Música

La ópera toma rumbo al norte

Los Festivales de Santander y San Sebastián apuestan por la lírica

27 julio, 2006 02:00

Il rapto en el serrallo en el montaje de Strehler que se verá en Santander. Foto: T. N. Sao Carlos Lisboa

La lírica protagoniza los festivales de Santander y San Sebastián que comienzan la próxima semana. Entre los cinco títulos en cartel destaca La Traviata en el montaje de Zeffirelli y El rapto del Serrallo en el de Strehler. En lo sinfónico, la Nacional de Francia, con Masur, estará en ambos escenarios, mientras que la Sinfónica de Londres visita la Quincena.

En esta edición de 2006 tanto el Festival de Santander, como la Quincena se han esmerado en brindar espectáculos de calidad. Es una ópera el primer plato fuerte en una y otra plaza. Santander rompe con un clásico, La traviata, obra siempre bienvenida como ejemplo de acabado retrato humano de un carácter femenino, trazado magistralmente por la mano del Verdi más poético, que se representa en un montaje de Zeffirelli, otro clásico de la dirección de escena, realizado para la Fundación Arturo Toscanini. El reparto, con los nombres de Vassileva, Aronica y Meoni, no es de campanillas, pero parece coherente. El Coro y la Orquesta de la Fundación estarán dirigidos por Maximiliano Stefanelli.

Mozart con El rapto
San Sebastián elige una obra de Mozart, a quien se recuerda profusamente en su aniversario: El rapto en el serrallo, que nos revela asimismo la personalidad efusiva de una mujer, la gentil Konstanze. No es exactamente la voz de Mariola Cantarero, que es una lírico-ligera, la idónea para el papel, pero a ella, desde luego, no le han de ofrecer problemas las numerosas agilidades que pueblan la línea vocal, especialmente florida y exigente. Una cantante a la que ella admira y de quien ha recibido más de un consejo, Edita Gruberova, era una magnífica defensora de la parte. José Bros puede hacer un Belmonte de un lirismo de cierta plenitud y conceder por tanto a un personaje habitualmente maltratado por los ligeros las debidas hechuras. Ruth Rosique será Blonde. Una batuta experta en estos cometidos como la del vienés Leopold Hager estará en el foso del Kursaal al frente de la Sinfónica de Euskadi. Quizá lo más valioso descanse en la producción propiamente dicha, que lleva la firma de otro histórico de la dirección de escena, Giorgio Strehler, de quien, tras su muerte, se están recuperando algunas memorables puestas en escena.

Debemos anotar también, siguiendo con el recuerdo a Mozart en la capital guipuzcoana, la presencia del singspiel de niñez (11 años) Bastián y Bastiana. Se emplea la graciosa y rompedora puesta en escena de Gustavo Tambascio, que va ser dirigida en lo musical por Pascual Osa y presentada por el verboso Fernando Argenta. De especial interés, igualmente dentro del universo del autor de La flauta mágica, es la versión de concierto de la ópera seria, escrita a los 14 años, Mitridate, re di Ponto. Los espléndidos Les Musiciens du Louvre con Minkowski al frente y el limitado pero musical Richard Croft como protagonista, serán sus principales artífices junto a unas cuantas voces jóvenes. Sobresalea la del contratenor Bejun Mehta.

Wagner errante
A destacar, como cierre de la Quincena, otra ópera en concierto, la tan romántica El holandés errante de Wagner, que gobernará como gran timonel el cada vez más asentado Juanjo Mena y que cuenta con un equipo vocal competente: Albert Domen, Eva Johanson, Jorma Silvasti. La Sinfónica de Bilbao y dos coros recios, el Andra Mari y el Easo, serán los restantes y nada despreciables elementos musicales. A una obra romántica de 1843, otra hiperromántica de 1876 trufada de factores preveristas: La Gioconda de Ponchielli, que brinda Santander también en versión concertante; con un reparto de notable solvencia encabezado por Giovanna Cassolla, Elisabetta Fiorillo, Carlo Berti, Joan Pons y Roberto Scandiuzzi. Voces desiguales pero con poder, carne y brío. La batuta de Antonio Pirolli contará con la Orquesta Nacional de Ucrania.

Anotemos un par de atractivos recitales líricos en Cantabria. Se recibe a Violeta Urmana, una soprano-mezzosoprano de notables medios, robusta, de timbre homogéneo y terso, que penetrará, con la ayuda de Gómez Martínez y la Orquesta Toscanini, en el mundo de Verdi, Wagner y Mascagni, y se aguarda la voz soleada y diáfana del tenor Juan Diego Flórez para desgranar arias raras de Rossini, Bellini y Donizetti, en un programa de enorme dificultad en el que será acompañado por la citada orquesta ucraniana y el director Michelle Mariotti. En Donosti no llegan a tanto, pero tienen a la exquisita soprano Isabel Rey, que canta obras de Martín y Soler y Mozart con el piano de Alejandro Zabala.

Pasemos a lo Sinfónico. Aquí hay para dar y tomar. La importante Orquesta Nacional de Francia, dirigida por el veterano teutón Kurt Masur, estará en ambos escenarios con programas variados en los que se combinan obras de Henze (estreno en España de Los cinco mensajes para la reina de Saba), Shostakovich, Strauss, Schubert, Mahler y Dvorák. Santander ha invitado también la Real Orquesta de Sevilla con Pedro Halffter, a la tan en boga West-Eastern Divan de Barenboim, la ONE y su Coro con Tamayo (Réquiem de García Román, estrenado en Granada), Capitole de Toulouse con el Orfeón Donostiarra y la batuta de Tugan Sojiev y Royal Philharmonic de Londres con Charles Dutoit.

Aún va más lejos la Quincena, que trae a la Orquesta de Cadaqués con Marriner, Gustav Mahler Jugendorchester con Philippe Jordan, que tocan un programa magnífico (6 piezas op. 6 de Webern, 7 canciones de juventud de Berg y Sexta Sinfonía de Shostakovich), Sinfónica de Londres con el stajanovista Gergiev, Sinfónica de Euskadi -que cumple 25 años- con Varga (Rachmaninov, Strauss, Bernaola) y Les Musiciens du Louvre, que, además de Mitridate, montan un concierto Mozart-Haydn.

Buenos pianistas
En el campo del recital pianístico tenemos, en Santander, a Christian Zacharias y Marta Zabaleta y en Donosti a Fazil Say, un músico de notable personalidad (Mozart). Y si descendemos a las "menudencias", Cantabria nos regala, en sus marcos maravillosos, conciertos de la Orquesta de Cámara Bach de la Gewandhaus de Leipzig, Cuarteto Ars Hispanica (con estreno absoluto de Valentín Ruiz) o Scordatura, con música sufí, sefardí y cristiana. En el terreno de lo nuevo, además de lo dicho, se cuenta con el estreno del Cuarteto nº 1 de Guinjoan (Cuarteto Brodsky), de una obra para órgano, Peregrinación, de Antonio Noguera, y de varias partituras, en su mayoría estreno mundial.

En la Quincena no parece que haya ningún estreno absoluto, pero se programan partituras de músicos muy relevantes: Luc Ferrari, a quien se hace un homenaje tras su muerte, Webern, Ferneyhough, Ibarrondo, Del Puerto, Sánchez Verdú, Rueda, Sotelo, Sciarrino, Kagel, Olavide… Estarán en los conciertos de diversos conjuntos y solistas. Se dedica asimismo un ciclo al Padre Donostia y sus contemporáneos. Se anuncian asimismo, entre otras, actuaciones del Cuarteto Casals y de Il Fondamento con Paul Dombrecht (Arriaga). Ensemble Diálogos, La Colombima (Victoria), Ensemble Durendal y The Arp Consort son algunos de los protagonistas del ciclo de música antigua.