El Teatro de la Maestranza estrena hoy en España la recuperación de La muerte de Tarso de Manuel García. Será en versión concierto, estará dirigida por Pedro Halffter y contará con
destacados solistas como José Ferrero, Yolanda Auyanet y Manuel de Diego.

En pocos años, gracias a instituciones como la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, el Festival de Granada y los Teatros de la Zarzuela y del Maestranza, Manuel García compositor ha pasado a tener cierto y justificado predicamento para los buenos aficionados. Sus óperas Don Chisciotte e Il Califfo di Bagdad han mostrado que aquel artista era bastante más que un tenor o que un maestro de canto y empresario. Elementos de distintas procedencias aparecen sintetizados sabiamente, con claro predominio del orden, en la partitura de su ópera La mort du Tasso, que se reestrena en el Maestranza esta tarde y que vio la luz en la Academia Real de París el 7 de febrero de 1821.

El mediocre libreto de Cuvelier y Helitas narra la locura y los últimos días del poeta, y no posee ni la fuerza ni la verosimilitud adecuadas para una historia de este calibre, imbuida además de un sentimiento poético de primer orden.

Pero la música de García, repartida en arias y diversos conjuntos, sabe tocar puntos emotivos predonizettianos a lo largo de un discurso en el que, como es lógico, aún están presentes Mozart, Rossini o, episódicamente, Beethoven. Siempre con una escritura admirable para las voces. No olvidemos que el destinatario del papel del poeta fue el tenor Adolphe Nourrit, discípulo del propio García.

La crítica de la época se hizo, en general, lenguas de la calidad de la música; no del libreto. Duvicquet, como recoge el biógrafo Radomski, cantaba en el Journal des débats las excelencias de un número magistral: el dúo O momento plein d’attraits, escrito "con verbo e inspiración". Es hora ya, en nuestros días, de degustar estos pentagramas desconocidos que han sido recuperados por el director y musicólogo Juan de Udaeta, artífice ya de la revisión de la ópera sobre el Caballero de la triste figura.

Al frente de un muy apañado cuadro de cantantes y solistas -Ferrero, De Diego, Auyanet (en la imagen), Beaumont, Ramón, Santiago y Feria-, del Coro del Teatro y de la Orquesta Joven de Andalucía se situará en el podio Pedro Halffter. Celebramos que el joven director madrileño haya comprendido, por fin, la valía de la música de Manuel del Pópulo Vicente Rodríguez (1775-1832). Para la posteridad, Manuel García.