Image: Doblete para Brahms

Image: Doblete para Brahms

Música

Doblete para Brahms

Madrid y Valencia acogen un Réquiem Alemán

20 marzo, 2008 01:00

El músico belga Philippe Herreweghe.

La Fundación Caja Madrid mantiene una múltiple programación musical, uno de cuyos exponentes máximos es la Semana de Música de Cuenca, pero que tiene plasmación muy significativa en otras vías como Los Siglos de Oro, Liceo de Cámara o Música y Patrimonio. Dentro de este último epígrafe, se encuadra un concierto en la iglesia de Santa Catalina de Valencia, el 25 de marzo, en el que se incluirá Un Réquiem alemán de Brahms. Esta misma composición habrá aparecido en el concierto del día anterior en el Auditorio Nacional de Madrid, en este caso bajo el lema Ciclo Sinfónico de Caja Madrid. Los intérpretes son de garantía: la Orquesta des Champs-élysées de París y el Collegium Vocale Gent, que serán dirigidos por Philippe Herreweghe.Como se sabe, este músico belga labró su fama trabajando finamente la materia bachiana, en un enfoque muy renovador, paralelo, pero con sus propias características, a los emprendidos por los ingleses y holandeses.

La manera suave y tranquila, muy estudiada, signo de una cuidada elaboración, con detalles muy refinados y una clara espiritualidad, de recrear el barroco, es muy convincente; como lo es la profundización de las líneas y las texturas y el análisis certero de los contrapuntos. Una óptica y una aproximación que el director ha venido aplicando sin temor a repertorios posteriores, con lo que ha entrado en zonas de un templado clasicismo y un reconfortante romanticismo o postromanticismo, que llegan incluso a Bruckner. En un viaje que otros han realizado también con éxito, y el ejemplo de Gardiner es al respecto ilustrativo.

Herreweghe tiene ya muy ahormada esta obra de consolación de Brahms, que grabó en 1996 con los mismos conjuntos, aunque con diferentes solistas. En esta ocasión participan la soprano suiza Letizia Scherrer y el barítono austriaco Markus Werba, dos jóvenes cantantes de indudable solvencia. Ella canta mucho oratorio y es una experta precisamente en esta obra brahmsiana. él es miembro de la familia capitaneada por el recordado pianista Erik Werba, alumno de Berry y habitual en personajes líricos, los de Mozart en particular. Junto a la trascendente partitura del hamburgués, se sitúa en el concierto de Madrid esa pieza sinfónica llamada Totenfeier, (Ritos o Fiestas fúnebres), que es el antecedente del primer movimiento de la Segunda Sinfonía de Mahler. El compositor lo había trabajado en Praga en 1888. No hace mucho este fragmento sinfónico fue reconstruido con los esbozos iniciales y presentado en Berlín. En esta partitura fúnebre late la poesía del escritor polaco Adam Mickiewicz. Hans von Bölow fue el primero que escuchó, con el propio Mahler al piano, este fragmento. Quedó espantado.