Image: Renée Fleming

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Música

Renée Fleming

"Me gustan los papeles de gran tonelaje"

6 noviembre, 2009 01:00

Renée Fleming

La gran diva reaparece en la escena discográfica y en el Teatro Real de Madrid, el próximo jueves, para su primera incursión en el verismo. El Cultural ha hablado con Renée Fleming de sus "nuevas cotas vocales".

Los colores vocales y los matices expresivos de Renée Fleming (Pensilvania, 1959) son variados. La soprano norteamericana ha sabido extraer a su instrumento, extenso y flexible, todas sus posibilidades gracias a una técnica de primer orden.

Esto le ha permitido visitar parajes más propios de una lírico-spinto, dada la atractiva irisación de su metal, que recuerda levemente al de la histórica Lisa della Casa, una antecesora en el manejo de la literatura straussiana, que nos dejó una Mariscala y una Arabella de excepción. Papeles frecuentados asimismo por Fleming, en donde la norteamericana resulta quizá un punto más decorativa, menos implicada en las tragedias y comportamientos humanos. Se entienden así los peligros de Verismo, su última aventura discográfica -después de su excelente trabajo en las Cuatro últimas canciones de Strauss, también para el sello Deutsche Grammophon-, dedicada a la ópera verista. "Si decidí lanzarme al verismo fue porque, después de tantos años, era un repertorio completamente nuevo para mi voz", cuenta Fleming a El Cultural desde su casa en el Uper West Side neoyorquino. "Suponía un reto enorme zambullirme por vez primera en la zona más dramática de mi voz, lejos de mis recursos líricos". Será testigo de su nueva aventura el público del Teatro Real de Madrid, el próximo jueves, donde han programado algunas de las arias de este trabajo de hora y cuarto de duración: páginas de las respectivas Bohèmes de Puccini y Leoncavallo, de Iris de Mascagni y de Siberia y Fedora de Giordano, con las que la soprano quiere descubrir nuevos territorios. "Puedo decir que la experiencia ha sido del todo satisfactoria. Cuando empecé, tenía algunos prejuicios sobre los modos de abordar estas arias. Aplicaba al principio una intensidad quizá algo exagerada, basada en el vibrato, pero pronto adopté mi propio punto de vista, algo más lírico de lo normal, si se quiere. Y éste es el verdadero atractivo de mi experiencia".

Será interesante comprobar cómo contrasta la intérprete en el coso madrileño esta música con la también anunciada de Rossini, Verdi, Strauss y Britten. Queda claro, en cualquier caso, que Fleming es una artista que disfruta enormemente aprendiendo cosas distintas y que racionaliza y organiza perfectamente su trabajo.

Alarde de sinceridad
En esta época de crisis apuesta por la música con la que se siente más a gusto. Explica de este modo el hecho, más bien extraño, de que ni en el cedé, ni en el concierto, figure fragmento alguno de Madama Butterfly: "Es tan simple como que ya había grabado las arias de Butterfly. Y, sobre todo, porque es quizá demasiado dramático para mí. Por eso preferí centrarme en otras óperas". Y, en un alarde de sinceridad, confiesa: "Además, hay sopranos mejor dotadas que yo para este tipo arias...".

La soprano norteamericana se muestra, a los 50 años, todavía incansable, decidida a conquistar cotas aún más altas, de plantearse nuevos retos, como la Ariadne de Strauss o la Elsa de Wagner: "La primera creo que está en el límite de lo que mi voz puede soportar, como la Salomé o la Elektra. Pero Elsa es muy mozartiana, por lo que tengo muchas ganas de abordarla. Me gustaría también estar en disposición de cantar, además de Butterfly, Tosca, Norma... Papeles de gran tonelaje".

Féminas que la cantante gusta de descubrir y de recrear a la luz de las nuevas tendencias escénicas: "Realmente me interesa el arte contemporáneo en todas sus expresiones y puedo disfrutar mucho de una puesta en escena rompedora, siempre que tenga algo que decir. Si hablamos de un minimalismo oscuro en el que los cantantes no hacen nada, para eso mejor un concierto".