Image: Más Minkowski

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Música

Más Minkowski

El director galo se afianza en Valladolid

2 abril, 2010 02:00

Minkowski dirige a Les Musiciens du Louvre. Foto: Michel Garnier

Marc Minkowski y su chelista, Jérôme Pernoo, cambian Les Musiciens du Louvre por la Sinfónica de Castilla y León para un programa preciosista con obras de Dukas, Bloch y Rimski-Kórsakov.

En el mundo del arte, y de la música por consiguiente, siempre son bienvenidos las apuestas, los proyectos, las prospecciones por territorios desconocidos. En este aspecto el director francés Marc Minkowski (París, 1962) es todo un experto. Desde que en 1982 fundara el grupo Les Musiciens du Louvre, que en 1996 fue apadrinado por la ciudad de Grenoble, ha surcado muchos mares. A partir de una querencia específica por el barroco y primer clasicismo, que lo llevó a explorar la música orquestal y la ópera de Händel, Rameau o Gluck y a investigar en la obra de Bach, Minkowski empezó, paulatinamente, a husmear otros horizontes. Hoy en día extiende su radio de acción, junto con su orquesta y otras formaciones, hasta el siglo XX.

En España hemos podido apreciar los criterios interpretativos de este artista en repertorios bien distintos. Últimamente sorprendió gratamente su sobria versión de la Misa en si menor de Bach, en la que, siguiendo radicales presupuestos historicistas, empleaba una sola voz por parte.

Con otros conjuntos nacionales nos ha hecho ver su veta conectada con la música romántica o con la música francesa de la primera mitad del siglo XX. Minkowski ha afirmado más de una vez que no es especialista en nada y que lo único que lo mueve es una insólita curiosidad. Siempre tiene algo que decir en las más diversas esquinas del repertorio, lo que ha ido poniendo de manifiesto a lo largo de una carrera ya extensa y de una ardua labor discográfica al amparo de varios sellos.

En esta ocasión Minkowski se sitúa en el podio de la Orquesta de Castilla y León del Auditorio de Valladolid para dirigir, los días 8 y 9 de abril próximos, un programa constituido por El aprendiz de brujo de Paul Dukas, Schelomo de Ernest Bloch (que contará con la participación del chelista francés Jérôme Pernoo) y Sheherazade de Nikolai Rimski-Kórsakov.

El Centro Cultural Miguel Delibes propone un progama que bien podrá servir para que el músico muestre su especial agresividad tímbrica y su habilidad en el manejo de los colores crudos; cualidades que conforman un estilo directorial, si bien un tanto primario en el gesto, muy efectivo en la ejecución, determinada asimismo por un fustigante control de los factores rítmicos. De ahí que las interpretaciones minkowskianas tengan siempre una tensión y una aridez, un nerviosismo y una urgencia a veces atosigantes. No deja de tener su atractivo este espectro sonoro, algo seco, derivado de una batuta poco amiga del arrullo.