Image: Sevilla despide la temporada con La traviata

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Música

Sevilla despide la temporada con La traviata

Norah Amsellem y Mariola Cantarero se alternan en el papel protagonista

11 junio, 2010 02:00

Un momento de La traviata de Sevilla.

Las anunciadas representaciones de La traviata de Verdi que a partir de hoy se van a desarrollar en el Teatro de la Maestranza de Sevilla nos dan pie para trazar unas breves reflexiones sobre el que es sin duda uno de los títulos más solicitados del repertorio. Siempre se ha dicho que Violetta pide tres sopranos en una. No es necesario un timbre específicamente bello, sino dominio del canto, del tono conversacional y del sentimiento expresado a veces a flor de piel.

Grandes Violettas han sido Muzio, Olivero, Callas o Cotrubas, voces de calidad relativa, pero grandísimas artistas y actrices formidables. En este tipo vocal entraría la francesa Norah Amsellem, que es quien da vida a la cortesana en el primer reparto. Voz delgada, de consistencia lírica, con capacidad para regular y dotar de intensidad a la expresión. Se alterna con Mariola Cantarero, cuya voz de lírico-ligera tiene ahora mayor robustez, aunque le aceche el peligro del vibrato.

Se reparten el papel el joven e inmaturo rumano Teodor Ilinca, de hermoso timbre, y el sólido, puede que en exceso lírico, Ismael Jordi, muy conocido en la plaza. El también rumano George Petean, otro nuevo valor, y el discreto Fabio Maria Capitanucci incorporan la parte de Giorgio Germont, inmersa sin duda en una nueva y ya bien acuñada línea. Andrea Licata, competente y funcional, estará en el foso para esta producción que viene de Roma y aparece firmada por el veterano Franco Zeffirelli.