Image: La lírica sigue en pie

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Música

La lírica sigue en pie

Nuevo asalto entre divos y directores de escena

24 septiembre, 2010 02:00

San Francisco de Asís, ópera-fetiche de Gerard Mortier.

El Cultural repasa, teatro a teatro, las mejores propuestas líricas de cara a la nueva temporada.

Los teatros líricos calientan motores. Por estas fechas se siente ya una especial inquietud entre los aficionados. Una vez más, van a tener la oportunidad de enfrentarse con las mejores voces y con los títulos del más granado repertorio, que, con creciente asiduidad, se combinan con nuevas o desconocidas creaciones. Son siempre el Teatro Real y, particularmente, el Liceo, los que plantean, al estar dedicados íntegramente al género, los proyectos más ambiciosos, variados y novedosos, que en el caso de Madrid adquiere un singular significado en el comienzo de la era Mortier. El Palacio Euskalduna, donde la ABAO construye sus ciclos, y el Teatro Campoamor, centro de actividades de la Fundación Ópera Ovetense, nos deparan grandes sorpresas. No son menos importantes en los últimos años las actividades forjadas a golpe de talonario en el Palau de les Arts de Valencia; ni las desempeñadas en el Teatro de la Maestranza de Sevilla, que van subsistiendo pese a la crisis. Y hay que aplaudir siempre los esfuerzos de los pequeños centros como Villamarta de Jerez o Auditorio de Tenerife; y las desplegadas por los Amigos de la Ópera de Las Palmas o La Coruña.

GRAN TEATRO DEL LICEO
Riqueza y variedad
Es uno de los cartellones más interesantes de los últimos años, y ya ha empezado a comprobarse con las representaciones inaugurales de Iphigenie auf Tauris de Gluck y la producción de Carmen debida a Calixto Bieito que se está viendo estos días. Se realiza en colaboración con el Massimo de Palermo y el Regio de Turín, aunque en realidad es una reelaboración de la que el propio Bieito hizo para Peralada y que más tarde se representó en El Escorial. Una propuesta de notable aliento trágico cuya acción se sitúa en la Legión española. Tiene su miga. La presencia del tenor Roberto Alagna refuerza la curiosidad.

Debemos recoger asimismo, por su novedad, lo que siempre reviste sus riesgos (y que el Liceo, en una loable actitud, toma con frecuencia) la programación de tres obras insólitas. La primera, Into the Little Hill, ópera corta de Georges Benjamin, uno de los más preparados compositores actuales. La segunda, Ariane et Barbe-Bleue de Paul Dukas, en la que el refinado músico sirve un texto de Maeterlinck (el mismo poeta que, cinco años antes, había servido de base al Pelléas de Debussy), que se ofrece en una producción de la Ópera de Zúrich firmada por el siempre inquietante y a veces irritante Claus Guth. La eficiente Eva Maria Westbroek es la protagonista junto a una figura que está despidiéndose ya de la escena, el bajo-barítono belga José Van Dam, un veterano de mil batallas, reciente ganador del premio Lírico Teatro Campoamor a toda una carrera.

La tercera es Lord Byron de Agustín Charles, de estreno en España tras su presentación, el próximo enero, en Darmstadt. Se trata de una prospección sobre el mundo poético del literato, que el autor ha previsto para la voz del contratenor brasileño Gerson Sales, que ya protagonizara su anterior trabajo operístico, La Cuzzoni. Están previstas también, entre otras cosas, un Der Freischütz de Weber en la puesta en escena del polémico (tan aclamado como denigrado en el Liceo) Peter Konwitschny, un Parsifal de Wagner, con el propio Guth en la escena y Klaus Florian Vogt como protagonista, y una Daphne de Strauss en versión de concierto.

TEATRO REAL
La incógnita Mortier
Aún es pronto para vaticinar lo que Gerard Mortier conseguirá en Madrid. De momento, ha diseñado una programación transitoria que recoge algunos títulos previstos por su antecesor, Antonio Moral, y que aparece presidida por una obra que lleva a todas partes (la habría llevado a Bayreuth si su candidatura para dirigir el festival hubiera prosperado): la monumental San Francisco de Asís de Messiaen, un compositor verdaderamente adorado por el gestor, quien ha decidido trasladar las representaciones a la Caja Mágica, lo que tiene sus pros y sus contras. Se quiere hacer a lo grande y se trae a la Orquesta de la Radiodifusión de Baden-Baden, que dirige uno de los músicos más apreciados por Mortier, Sylvain Cambreling. La instalación es de Emilia e Ilya Kavakov. Cabe señalar otras interesantes propuestas: El rey Roger de Szymanowski, que se estrena en Madrid en una producción de la Ópera de París del singular e inteligente Krzysztof Warlikowski; El caballero de la rosa de R. Strauss, con Jeffrey Tate en el foso, en el montaje salzburgués del desaparecido Herbert Wernicke, o la Página en blanco de Pilar Jurado.

PALACIO EUSKALDUNA
Avanti Verdi
La ABAO continúa su lenta marcha hacia la culminación de ese proyecto singular que supone la representación de todas las óperas del compositor italiano, lo que quedará rematado en el año 2020. Esta temporada concurren tres: Don Carlo, que abre estos días el ciclo, en una producción de Gian Carlo del Monaco, con la segura batuta de Riccardo Frizza y el sólido, aunque opaco, Filippo II de Roberto Scandiuzzi; Macbeth, con la esperada vuelta de Carlos Álvarez -veremos-, y la auténtica novedad, Il corsaro, obra poco frecuentada, que protagonizan el efectivo Armiliato y la explosiva Guleghina, con Palumbo, otro habitual, con la batuta. Claro que la gran origina- lidad es Susannah del norteamericano Carlisle Floyd; una ópera de 1955 que traslada al estado de Tennessee la historia bíblica de Susana y los viejos. Música folclórica, con gotas de lenguaje más actual. John Mauceri, experto en estos menesteres, dirige la sesión, que fue estrenada en Chicago.

TEATRO CAMPOAMOR
Soluciones a la crisis
L'incoronazione di Poppea de Monteverdi, en producción de Emilio Sagi, fue hace unos días el pistoletazo de salida a una temporada en peligro por la crisis, que se ha dejado notar en el presupuesto de la Fundación, menos apoyada que la asociación bilbaína. Aún así, se han podido salvar las cinco óperas previstas, aunque recurriendo a una producción de Kirchner ya vista de Tristán e Isolda, en la que Elisabete Matos se sitúa ante una prueba de fuego en su camino de ascensión a los cielos dramáticos. Robert Dean Smith será el digno oponente, mientras que Marke está encomendado a Felipe Bou, que tiene aquí un reto importante en su carrera. Katia Kabanová de Janácek (ideada escénicamente por Tim Albery, con la batuta de Max Valdés, director de casa) y L'elisir d'amore de Donizetti (con Daniel Slater en la escena y el joven y ascendente José Miguel Pérez Sierra en el foso) son otras dos apuestas, provenientes ambas de la Opera North. Anotemos que la producción de la ópera monteverdiana se podrá ver en el Teatro Arriaga de Bilbao, con Sabina Puértolas y el contratenor Max Emanuel Cencic en los principales cometidos.

TEATRO DE LA MAESTRANZA
Arranca la ‘Tetralogía'
Sevilla va a recibir la primera entrega de El anillo del nibelungo wagneriano, lo que supone una gran novedad en la ciudad. De momento, esta temporada acogerá El oro del Rin en la producción del Palau de les Arts de valencia que lleva el sello inconfundible de La Fura dels Baus, con sus máquinas, sus equilibrios y sus apabullantes y espectaculares técnicas de proyección y de movimiento. En el foso se coloca el titular del teatro, Pedro Halffter, que se enfrenta a una apuesta muy fuerte, en la que participan el bajo-barítono Jukka Rasilainen como Wotan y el tenor Robert Brubaker como Loge. Choca encontrarse también con Wolfgang Schmidt, quien fuera un mediocre Siegfried en Bayreuth, desempeñando aquí la parte de Mime. Destacamos la presencia de la siempre excelente Hanna Schwarz como Erda. Coincidiendo con el Liceo, el Teatro de la Maestranza programa asimismo Der Freischütz, aunque un montaje de Karlsruhe menos rompedor, que viene rubricado por Achim Thorwald y en donde cantan Michael König, Manuela Uhl y Ofelia Sala. Un conocedor de este repertorio, Andreas Spering, dirige las funciones. Promete mucho ese Orfeo y Eurídice de Gluck en versión concertante, con la notable Orquesta Barroca de Sevilla y las voces de Carlos Mena, Roberta Invernizzi y María Cristina Kiehr. Enrico Onofri empuña la batuta.

PALAU DE LES ARTS
El reino de Maazel
El director estadounidense continúa vinculado a la casa valenciana. El magnífico, brillante y a menudo caprichoso Maazel se echa sobre los hombros algunas de las más importantes propuestas de la programación que elabora Helga Schmidt. A destacar en el calendario, por ejemplo, Aida, con producción del Covent Garden de David McVicar y un equipo vocal sin fisuras, con Hui He, Indra Thomas, Jorge de León (en el primer reparto), Marcelo Álvarez o Daniela Barcellona; Manon de Massenet con Vittorio Grigolo, uno de los tenores de moda, producción de Vincent Paterson proveniente de la Ópera de Berlín, y, cómo no, 1984, ópera compuesta por el propio Maazel, estrenada en Londres en 2005 con la misma puesta en escena que va a verse en Valencia, y de la que es artífice el canadiense Robert Lepage. En ella participa otro compatriota, el tenor Richard Margison. No para aquí el apetito del director, ya que interviene en dos conciertos sinfónicos de una temporada en la que el otro nombre propio es el del joven israelí Olmer Wellber, nuevo titular de la Orquesta de la Comunidad Valenciana, quien sustituye a Maazel en cuatro representaciones de Aida, dirige Eugene Onegin de Chaikovski en montaje del Teatro Wielki de la Ópera Narodowa de Varsovia y se instala en el foso para L'elisir d'amore de Donizetti, nueva producción del Palau de Damiano Michieletto, en donde se anuncia un reparto muy notable, con Ramón Vargas, Alexandra Kurzak y el imparable bajo uruguayo Erwin Schrott en el papel de Dulcamara.

AUDITORIO DE TENERIFE
Puccini en versión original
El Festival canario mantiene los mínimos, que son dos óperas, una de Verdi y una de Puccini, tres conferencias y una gala infantil. En el caso de Verdi, estrenada ayer y que se repetirá mañana, se trata de la férrea y magistral partitura de Falstaff. El caricato Roberto de Candia da vida al protagonista, que aparece acompañado de Rodrigo Esteves, Aga Mikolaj y Rocío Ignacio. El montaje se ha importado de Montecarlo y es obra de Jean-Louis Grinda, mientras que el foso está ocupado por el joven Gianluca Martinenghi, discípulo de Donato Renzetti. La Madama Butterfly pucciniana encomienda la geisha a una oriental, Xuwiein Sun, cortejada en este caso por la virilidad y la reciedumbre del tenor canario Jorge de León, que esta temporada se prodiga por varios escenarios. Otro maestro no muy conocido entre nosotros, el francés Emmanuel Joel-Hornak, muy activo en el repertorio del compositor de Lucca, empuña las riendas musicales. La responsabilidad escénica recae en el director del Festival, el prolífico y superactivo Gian Carlo del Monaco.

FESTIVAL DE LAS PALMAS
Previsiones ambiciosas
Todavía quedan algunos flecos sueltos, pero lo que se anuncia en el programa del Festival de Ópera de Las Palmas tiene su interés. Especialmente una producción de El caballero de la rosa de Richard Strauss que cuenta con Malin Hartelius, Ruxandra Donose y Désirée Rancatore, cantantes de cierta consideración, especialmente Hartelius, que está en condiciones de ofrecer una más que digna Mariscala. No cabe duda de que la mayor novedad de su temporada se ha centrado en la rara ópera La gruta de Trofonio de Salieri. En ella participan los españoles Isabel Rey y Gabriel Bermúdez. La producción viene de la Ópera de Zurich, donde trabajan habitualmente ambos cantantes. Una Norma con la especialista Dimitra Theodosiu y un L'elisir d'amore con el canario Celso Albelo, tan cotizado ya en el campo de los lírico-ligeros, son las otras suculentas ofertas. Además, el Teatro Pérez Galdós anuncia dentro de su programación propia Peter Grimes de Britten para julio.

TEATRO VILLAMARTA
Afán de supervivencia
Dentro de la modestia de sus medios, el coliseo jerezano suele brindar alguna que otra sorpresa. No hay muchas esta temporada, pues no es nada fácil aguantar el tirón en tiempos tan revueltos como los actuales. La traviata es una reposición de la de Paco López, que en esta ocasión cuenta con las voces protagonistas de María Ercolano, Carlos Bergasa y el gran reclamo de Ismael Jordi, tenor de la tierra, que ha ahormado ya en buena medida el personaje de Alfredo, siguiendo la estela de su maestro Kraus. Curiosamente, nos encontramos con el tercer Der Freischütz de la temporada. Éste, de menor calado, viene de la Ópera de Cámara de Varsovia.

LA CORUÑA
Novedad en las agendas
El Festival de Ópera de La Coruña remata uno de sus años más activos, con motivo del Xacobeo, con un detalle de buen gusto como es la versión original francesa de Guillermo Tell de Rossini. No es frecuente por estos pagos poder escucharla en su formato primitivo. Es una pena que lo que han diseñado los Amigos de la Ópera para el 2 de octubre, y como clausura al festival, sea una versión de concierto y no representada. En todo caso, su equipo promete. En el podio, un rossiniano de pro, Alberto Zedda; en el estrado, cantantes tan apreciables como Gregory Kunde, Nicola Alaimo, Olga Senderskaya, María José Moreno, Riccardo Zannellato y Elia Todisco, entre otros muchos.