Image: La Novena, a prueba

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Música

La Novena, a prueba

La Sinfónica de Euskadi gira a Beethoven

26 noviembre, 2010 01:00

Andrés Orozco-Estrada.

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  • Pocas obras tan difíciles de traducir como la Novena de Beethoven, que plantea innumerables problemas de ejecución, dada la originalidad de sus estructuras y la ordenación de aconteceres, en un desarrollo continuo muy propio del compositor. Con esta partitura Beethoven planteó un nuevo modo de actualizar la forma sonata, estableciendo, en primer lugar, una original sucesión de movimientos e incorporando voces en el cuarto. El músico llevó al paroxismo los planteamientos de sus inmediatos y admirados antecesores, los grandes clásicos Mozart y Haydn.

    Necesita una batuta especialmente clarificadora que sepa moverse con soltura y penetrar en una compleja maraña temática. En el monumental cierre ha de quedar claro el mensaje humanista que porta el texto de Schiller, ese Himno a la alegría de carácter universal, servido por una escritura muy avanzada y en el que el coro corre siempre el peligro de desgañitarse, con tremebundos ascensos a las zonas más elevadas de la tesitura, por las que también han de circular los cuatro solistas. Pese a estas exigencias, la Novena sigue siendo una de las obras más solicitadas e interpretadas de la historia de la música.

    No se ha arredrado tampoco la Orquesta Sinfónica de Euskadi, que ha organizado con la obra una pequeña gira que comienza hoy en Vitoria y sigue por San Sebastián, Pamplona y Bilbao hasta el 3 de diciembre. Se cuenta con un desigual equipo vocal: la fina soprano lírica Ainhoa Garmendía, la solvente mezzo Itxaro Mentxaca, el consistente tenor José Ferrero y el compacto bajo Attila Jun. La histórica Sociedad Coral de Bilbao prestará sus contundentes voces y el colombiano Andrés Orozco-Estrada, titular de la orquesta y director en pleno ascenso, tratará de llevar a todos a buen puerto.