Antonio El Pipa. Foto: Garrett Britton.

Antonio El Pipa, Eva Yerbabuena y Mercedes Ruiz se reparten las grandes citas del cartel de la XV edición del festival de referencia para el baile flamenco, que arranca esta noche en el Teatro Villamarta.

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  • Jerez es la ciudad del flamenco por antonomasia y en dos de sus barrios, Santiago y San Miguel, situados en la zona antigua, ha transcurrido un buen tramo de la historia de un arte de especial significación en todo el mundo. Son territorios donde vio la luz una interminable nómina de personajes decisivos en su formación y desarrollo. Así que el Festival de Jerez, que comienza hoy mismo y que cumple su decimoquinta edición, está más que justificado, e incluso podemos decir que es necesario en un enclave de tan arraigada solera.



    Precisamente un bailaor jerezano, Antonio El Pipa, que por cierto acaba de llegar de La Habana, donde ha dirigido y coreografiado un Amor brujo para el Ballet Nacional de Cuba, inaugura este año el Festival con Danzacalí, en el que narra el dilatado viaje de los gitanos hasta llegar a tierras andaluzas y la carga musical que acumularon a lo largo de los siglos. "Con una coreografía dinámica, pero dentro de una estructura armónica, establezco contrastes muy marcados que van desde lo más racial, estimulado por el vigor expresivo del gesto, hasta la elegancia del clasicismo. En el fondo es un paso más con el fin de descubrir la esencia de la danza gitana", dice El Pipa. "El Teatro Villamarta va a adquirir otra dimensión, ya que he decidido utilizar una escenografía virtual con un flamenco enmarcado en la tradición, pero a través de un lenguaje contemporáneo".



    El Festival, que finaliza el 12 de marzo, lo cierra Eva Yerbabuena con el montaje de Cuando yo era...: "Cuando yo era niña mi abuelo me enseñaba las cicatrices de los tiros en la rodilla. Había estado en la guerra. Reía y lloraba; cuando yo era niña mi bisabuela Rosario me contaba que entraron en su casa con violencia, se llevaron a su marido y nunca más volvió...".



    Materia ancestral

    Cuenta Eva que su propuesta "es un homenaje a las personas que sufrieron tanto. Sin olvidar, pero con un mensaje de esperanza, evitando que aquello vuelva a suceder. Comprendo que es difícil, porque supone una búsqueda; son recuerdos que cuando menos te los esperas, salen". Cuando yo era... se construye con los cantes y bailes de bulerías, serrana, tangos, rumbas o malagueñas ("Se me apareció la muerte/ cuando pensé de olvidarte") y con el barro como símbolo de la ductilidad al que "va moldeando la memoria, lo que nos narraron los mayores, la materia ancestral que se modifica para representar esos momentos; un espectáculo con la música y danza flamencas como factores esenciales de la narración".



    Hoy en día el baile flamenco se patentiza de diferentes maneras y busca motivaciones en insólitos paisajes, sin obviar los aspectos más escondidos del ser humano. Otra jerezana, Mercedes Ruiz, con una extensa trayectoria profesional a pesar de su juventud, estrena Perspectivas, cuyo libreto y dirección escénica están a cargo de Francisco López. "Mi nuevo espectáculo", declara Mercedes, "es un viaje en el tiempo de mi actividad creadora, una ucronía donde coexisten formas dancísticas y musicales supuestamente distintas, pero que no son más que miradas diversas sobre una realidad única: el arte flamenco".



    La mesa está servida en el Festival de Jerez, en el que el baile se eleva a otros ámbitos de la percepción artística. Como especifica Eva Yerbabuena, "lo peor es ir a un espectáculo tratando de comprenderlo; hay que procurar sentirlo".