Pedro Halffter dirige a la ROSS y a Javier Perianes.

Los días 28 y 29 de abril, la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla festeja con Pedro Halffter sus dos décadas de existencia, aniversario que comparte durante unos meses con la Filarmónica de Málaga y las Sinfónicas de Castilla y León y del Principado de Asturias.

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Hace tan sólo treinta años, la situación musical de nuestro país estaba muy depauperada. Existían muy pocas orquestas sinfónicas y la mayoría subsistían a duras penas, exceptuando la Nacional de España y, poco más tarde, la de la RTVE, con una calidad media muy relativa. Con la transición política las cosas adquirieron un mejor cariz. Las distintas autonomías se lanzaron a crear sus propias agrupaciones, contando para ello con la presencia de músicos de fuera, que empezaron a dar savia y a formar en algún caso a los de aquí. En la actualidad existen al menos veinte conjuntos sinfónicos de categoría estimable. La mayoría son buenos o aceptables y, en unos pocos supuestos, excelentes. Aunque muchas veces, todo hay que decirlo, regidos por personas relativamente preparadas.

Hablamos hoy aquí del vigésimo cumpleaños de cuatro de estas formaciones. Dos de ellas son andaluzas, otra castellano-leonesa y una cuarta asturiana. Especial significación entraña el aniversario de la primera de ellas, la llamada hoy Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, ya que se da la mano con la misma conmemoración de la sede donde realiza sus actividades, el Teatro de la Maestranza, a cuyo foso surte. Por su podio han desfilado como titulares el desaparecido Viekoslav Sutej, Klaus Weise, el meteórico Alain Lombard y Pedro Halffter, que va a dirigir, los días 28 y 29 de abril, un concierto extraordinario en el que se van a interpretar la suite de La Atlántida de Falla y Carmina Burana de Orff. Quizá habría podido elegirse otra obra base, pero no hay duda de que este fresco basado en sensuales cantos medievales tiene gancho festivo.

La segunda orquesta andaluza, nacida como Orquesta Ciudad de Málaga, es desde hace tiempo la Filarmónica de Málaga, que ofreció su primer concierto en febrero de 1991. Actualmente depende de la Junta de Andalucía y del Ayuntamiento de la ciudad. En la temporada 2001/2002 cambió su denominación. Sus directores titulares han sido Octav Calleya, el recientemente fallecido Odón Alonso, Alexander Rahbari, que le dio mucha marcha, y Aldo Ceccato, cuya labor, amplia y variada, pero discutida, concluyó en junio de 2009. Es una de las agrupaciones más conectadas con la producción contemporánea y su sede es el Teatro Miguel de Cervantes. Hace unos meses se nombró al inquieto y sensible Edmón Colomer nuevo responsable. Como tal ha asumido ocho de los quince conciertos de abono y programado una obra difícil e infrecuente como es El sueño de Geroncio de Elgar.

La Orquesta Sinfónica de Castilla y León realiza una importante labor en su sede del centro Miguel Delibes de Valladolid y en otras localidades de la zona. En su ascendente trayectoria ha tenido como maestros titulares a Max Bragado, Salvador Mas, Alejandro Posada, Vasily Petrenko, hoy una figura, que cuidó mucho la unidad y la solidez del grupo, y, en la actualidad, al muy joven Lionel Bringuier, con quien la OSCyL alcanzó la pasada temporada un récord histórico con más de 2.100 abonados. Numerosos éxitos permiten hablar ya de un conjunto a las puertas de la vida adulta. La programación del próximo curso propone más de veinte citas y un último concierto especial por el aniversario.

El máximo testigo
Cierra este breve viaje la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias, actualmente en proceso de remodelación tras la anunciada partida de su titular de tantos años, el chileno Maximiano Valdés. Sus raíces nacen en la antigua Sinfónica Ovetense de 1940 y en la llamada Sinfónica de Asturias que dirigió Víctor Pablo Pérez entre 1980 y 1988. Con su nueva denominación la gobernó Jesse Levine hasta 1994. Valdés recogió el testigo, que todo apunta a que pasará a manos del tierno Guillermo García Calvo, un músico que tiene ya una importante carrera europea, sobre todo en Viena. Como concierto extraordinario de cumpleaños Valdés ha dirigido días atrás el Requiem alemán de Brahms.