Un ensayo de La revoltosa en los Teatros del Canal.
Del 30 de abril al 8 de mayo, Juan Carlos Pérez de la Fuente y Miguel Roa dirigien una nueva producción de la zarzuela de Chapí en Madrid.
Sería inútil contar cuántas veces se ha podido ver en Madrid, en las más diversas puestas en escena, bien, regular y mal, La revoltosa de Ruperto Chapí. La última fue hace un par de años. Es zarzuela chica tan celebrada y cantada como La verbena de la Paloma de Bretón -algo más de tres años anterior- y se estrenó, como aquélla, en el Teatro Apolo. Fue el 25 de noviembre de 1897. Desde entonces sus "cantables" se han hecho famosos y han sido entonados por todo el mundo. El dúo entre Mari Pepa y Felipe es tan conocido como aquello de Don Hilarión Una morena y una rubia. Y es que la idiosincrasia, bien que parvamente delineada, de la pareja de castizos madrileños y la singular y pegadiza melodía que acompaña su declaración de amor, han penetrado en la médula del pueblo.
La trama, sobre un libro de Fernández Shaw y López Silva, de signo costumbrista, un poco a lo Arniches, es mondante y está muy bien traída. Se sigue con interés. Las partes musicales se integran con naturalidad en el curso de la acción y dan ocasión al lucimiento de la pareja principal. Mari Pepa, como se ha dicho, es un personaje espléndido y motor de todo el lío, aunque quizá sea un poco exagerado otorgarle, como hace Juan Carlos Pérez de la Fuente, la misma relevancia de otras féminas míticas de la lírica moderna: Carmen, Salomé, Lulu... Es De la Fuente buen hombre de escena, el encargado de llevar este título a la Sala Verde de los Teatros del Canal un día tan señalado como el 2 de mayo. Se ha construido una verdadera corrala por la que van a pulular, en las dos partes protagonistas, la bella soprano Sandra Ferrández, de probado garbo y entonada voz, y el barítono Marco Moncloa, de gracejo indudable, excelente figura y timbre brillante. Los secundan, entre otros, Marina Rodríguez-Cusí (Soledad), Itxaro Mentxaca (Gorgonia) y Paco Lahoz (Cándido). El competente Miguel Roa estará en el foso alternándose con el despierto y enérgico Manuel Coves junto a los Jóvenes Orquesta y Coro de la Comunidad.