Montaje de Fidelio de Pier'Alli.
El Palau de les Arts de Valencia convoca a Zubin Mehta para el estreno de Tosca y una reposición de Fidelio con Jonas Kaufmann, cita a Georges Prêtre en la Trilogía romana y confía a Plácido Domingo dos obras de Menotti.
Dos mujeres valientes, de fuerte temperamento, capaces de sacrificar la vida por sus amados, injustamente encarcelados por haber defendido a sangre sus ideas, son las protagonistas de las óperas que centran la IV edición del Festival del Mediterrani, que tendrá lugar en el Palau de les Arts de Valencia desde mañana y hasta el 26 de junio bajo el lema Amor es libertad, y en el que Zubin Mehta dirigirá Tosca, Fidelio y la Tercera de Mahler.
Estrenada en el Teatro Costanzi de Roma en 1900, y basada en el melodrama de Victorien Sardou La Tosca, que valió un espectacular triunfo a la actriz francesa Sarah Bernhardt, la ópera de Puccini es, entre otras cosas, una auténtica declaración de amor a la Ciudad Eterna. El maestro indio se ha sentido siempre a gusto en los pentagramas puccinianos, así como en la música de Beethoven, que conoció en sus años de formación vienesa, y de él se esperan unas versiones coloristas, atmosféricas y con el adecuado sentido teatral. Sabe Mehta que la única ópera de Beethoven tuvo una difícil gestación. Ocho años después de la segunda versión de Leonore, el compositor revisó a fondo la partitura, que se estrenó en 1814 en el Kärntnertortheater. Desde entonces, se ha considerado un himno a la libertad, al amor y la fraternidad universal. Y con esta idea se ha recuperado la elogiada producción del italiano Pier' Alli, inspirada en las galerías, laberintos y prisiones de Giovanni Piranesi. La aguerrida soprano norteamericana Jennifer Wilson está flanqueada por Peter Seiffert y el más joven Lance Ryan, aplaudidos en la Tetralogía valenciana. El tenor de moda Jonas Kaufmann hará su aparición estelar como Florestán el 22 de junio.
Precisamente el grupo “residente”, La Fura dels Baus, volverá para Trilogía romana, un concierto-espectáculo en torno a la famosos poemas sinfónicos de Ottorino Respighi, que contarán en el foso con el veterano maestro francés Georges Prêtre.
Tosca es una nueva coproducción con varias instituciones europeas, debida al monegasco Jean-Louis Grinda. Tiene como gran aliciente la presentación operística en nuestro país del bajo-barítono galés Bryn Terfel, una de las figuras indiscutibles de la ópera de hoy, como ha vuelto a demostrar en su reciente Wotan en el Metropolitan de Nueva York, y que, a pesar de su aspecto bonachón, o quizá por eso, resulta un terrible jefe de policía Scarpia. Junto a él estarán la magnífica soprano ucraniana Oksana Dyka (ya aplaudida en el Palau como Butterfly) y el tenor argentino Marcelo Álvarez, uno de los mejores representantes de su cuerda, que está realizando con acierto su paso hacia papeles spinto y que será sustituido como el exaltado Cavaradossi en la última función, con transmisión multimedia en vivo, por Jorge de León.
Como, además, Mehta es un excelente mahleriano, también cabe esperar de él una estupenda lectura de la Tercera Sinfonía, otro de los platos fuertes del certamen, concierto con el que se inaugurará también la 60 edición del Festival de Granada. Además, doce pianistas valencianos evocarán a Liszt en su bicentenario con la integral de los Años de peregrinaje. No menos interesante resulta el delicioso programa doble que Plácido Domingo dirigirá, al frente de los alumnos de su Centro de Perfeccionamiento, con The Telephone y Amelia al ballo, ambas de Gian Carlo Menotti, en el centenario de su nacimiento.