El embajador de Francia en España, Bruno Delaye, junto a la viuda y dos de los hijos de Enrique Morente. Foto: Alberto Cuéllar

En la Residencia de Francia, esta mañana de martes, sonaba un fandango de Enrique Morente dentro de una estancia que de alguna manera recordaba a la capilla ardiente del cantaor fallecido el pasado 13 de diciembre: una imagen con su rostro en blanco y negro colgaba sobre un caballete y el salón estaba igualmente lleno de gentes del flamenco y también de amigos de otras artes. Entre ellos, saludando y emocionados, Aurora, su viuda, y dos de sus hijos, Enrique y Soleá. Habían acudido a un nuevo homenaje al de Granada, en esta ocasión la entrega a título póstumo por parte embajador francés de las insignias de Caballero de la Legión de Honor, distintivo que el cantaor no pudo recoger porque falleció apenas unos días antes.

El embajador de Francia en España, Bruno Delaye, ha entregado a la familia este reconocimiento, uno de los más prestigiosos de su país, para honrar, así, "la excepcional carrera de este intérprete que fue reconocido muy pronto como uno de los artistas más completos del jondo". Delaye ha recordado que Morente, que "nunca dejó de ser un pionero, un purista y un precursor" y que cantó en escenarios y festivales de Nimes, París Perpignan, Toulouse..., supo dar a conocer a los franceses "la realidad del mundo hispánico", pero que sobre todo logró, ha concluido, "tocar su alma".

Ante la ausencia de la hija mayor del cantaor, Estrella Morente, ha sido su viuda la que ha tomado la palabra para agradecer al país vecino el reconocimiento. Aurora Carbonell ha admitido emocionada que esta era la primera vez que se ponía ante un micrófono sin tener a su marido delante. "Quiero dar las gracias a Francia por esta maravilla de premio y a mi pueblo español por las muestras de cariño y respeto. Yo soy una privilegiada por haber compartido mi vida con él, nuestros hijos, su carrera. Y por ello quiero decirte: gracias, don Enrique". Un aplauso rotundo ha sacudido el salón, del que han salido llorando hacia el jardín multitud de amigos del cantaor. Entre los presentes se encontraban el director Fernando Trueba, el bailaor Joaquín Cortés y el actor Juan Diego, entre otros.