Image: Pons, adiós agradecido

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Música

Pons, adiós agradecido

El director se despide y hace balance de su etapa al frente de la OCNE

31 enero, 2012 01:00

Josep Pons durante la rueda de prensa de despedida.

No ha llorado Josep Pons esta mañana durante su despedida de los medios como director musical y artístico de la Orquesta y Coro Nacionales de España. Han pasado nueve años desde su llegada a Madrid y quería el maestro sellar con la mejor de sus sonrisas el final de esta etapa antes de incorporarse al equipo del Liceo. "Para que un proyecto funcione, hay que conjugar egoísmos y voluntades", ha dicho. "Me voy en el momento justo, con muchos retos cumplidos y la mochila cargada de buenos recuerdos".

Ha aprovechado Pons la rueda de prensa para presentar la memoria de todo su proyecto musical junto a la OCNE. Cuando en 2003 Félix Palomero, ex director general del INAEM, lo convocó en el Auditorio Nacional de Música de Madrid se encontró con una orquesta en huelga. Hoy la Nacional no sólo goza de buena salud, también de calidad, prestigio y proyección nacional e internacional. "El proyecto que me traía bajo el brazo tenía dos frentes. El primero, construir una estantería sobre la que apoyar nuestras temporadas temáticas. El segundo, la modernización estilística, programática y funcional de la orquesta".

Orgulloso del camino recorrido a través de los ocho ciclos temáticos de la OCNE (Viena 1900, Música y Mito, Fausto, Música y Naturaleza, Poder, Guerra y Paz, Mirada a Oriente, Séptimo Arte y París 1900) y, sobre todo, de haber dado a conocer a fondo a algunas de las más grandes figuras de la composición dentro de los conciertos de la Carta Blanca (en torno a Hans Werner Henze, George Benjamin, Elliot Carter, Henry Dutilleux, Sofia Gubaidulina, Cristóbal Halffter, Osvaldo Golijov y Joan Guinjoan), Pons no ha tenido tiempo sin embargo de saldar algunas cuentas pendientes. "Me duele especialmente no haber podido poner en funcionamiento una gran serie de música de cámara, tan necesaria para cualquier orquesta, y no haber podido realizar el plan de giras que teníamos previsto y que la crisis se ha llevado por delante". Y ha querido dejar claro que su objetivo siempre fue sembrar y no recolectar. "Mi éxito con la OCNE será retroactivo". Pasarán algunos meses hasta que se dé a conocer el nombre del sustituto de Pons, que espera de él "capacidad para enamorar a unos músicos excelentes y muy trabajadores". Lo que sí sabemos es el título de la próxima temporada, Diálogos, en la que el director ha querido indagar en las relaciones que se establecen entre las obras de un mismo programa. "La enciclopedia musical está dividida en óperas, sinfonías y conciertos. El repertorio oficial se repite, una y otra vez, en las salas de concierto, los estudios de grabación y en las radios. Pero la gente tiene que saber que hay muchas más música por descubrir y disfrutar".

Se marcha el director catalán dando las gracias y sin una lágrima en el rostro, aunque visiblemente emocionado. "Me voy con tres cólicos de riñón, unas cuantas canas y 15 kilos de más", uno por cada uno de sus grandes logros:

1- Calidad. La crítica coincide en que la mejor Nacional de la historia toca estos días en el Auditorio Nacional, lo que no habría sido posible sin la entrega desmedida de Pons. "Desde el minuto uno he buscado un tipo de sonido muy especial que conectara con el gran carácter y temperamento que gastan estos músicos. Me interesaba, sobre todo, conseguir el balance y el equilibrio adecuados entre las diferentes secciones".

2- Repertorio. Cuenta Ramón Puchades, director técnico de la OCNE, que un "rasgo diferencial de su programación audaz y novedosa ha sido el criterio de aplicar una línea historicista a la interpretación de la música barroca, quizá desatendida desde el punto de vista estilístico en los años precedentes a la llegada de Pons".

3- Música española. La Carta Blanca a Cristóbal Halffter en 2009 confirmaba el interés de Pons por los compositores patrios, que han desfilado por los atriles y, en muchos casos, han sido invitados al estreno de sus propias obras. "La gente quiere conocer", explica Pons, "pero hay que hacer pedagogía sin que se nota, sin que moleste".

4- Público heterogéneo. Las temporadas de Pons han sido un menú variado, pensado para todo tipo de paladares, desde las sesiones lúdicas del Septiembre sinfónico hasta las citas de pop, jazz, bossa nova y flamenco, sin olvidar la música contemporánea. "Siempre he tenido claro que a cada cual la música le entra por una neurona diferente".

5- Carta Blanca. Ha sido quizá el apartado más ambicioso de toda su actividad, toda vez que ha servido para dar a conocer y contextualizar a grandes maestros de la creación musical. Durante la temporada 2004/2005, la Carta Blanca a Hans Werner Henze dio el pistoletazo de salida a lo mejor de la "era Pons".

6- Proyecto Educativo. La pedagogía, la comunicación y la capacidad de transmitir y convencer han sido sus señas de identidad. "Yo siempre digo que una orquesta encima del escenario dando un concierto es poco. ¡Podemos hacer mucho más! Llegar directamente al disco duro, al corazón de los niños".

7- Confianza y autoestima. Antes de llegar Pons, la OCNE tenía fama de ingobernable y temperamental. "En estos años", asegura Félix Palomero, "le ha devuelto la autoestima a unos conjuntos que se habían visto arrastrados a un estado de desilusión y falta de expectativas".

8- Giras y festivales. A pesar de que los recortes obligaron a cancelar recientemente sus giras por Brasil, Estados Unidos y varios países asiáticos, la ONE se ha pateado las principales ciudades europeas y chinas, además de los grandes festivales de música de España. La temporada que viene arrancan con varios conciertos en varias salas austriacas.

9- Desbloque institucional. Pons fue el responsable de corregir el antiguo Real Decreto que regulaba el funcionamiento de la formación y resolver otras cuestiones técnicas (horario, aumento de plantilla, equiparación a los funcionarios...) que han devuelto el estatus de preeminencia a la OCNE. "No ha sido nada fácil lidiar con esto. Recuerdo un día que, en plena polémica, entró Félix Palomero en mi despacho y me dijo: te acaban de dar una buena patada en mi culo".

10- Rentabilidad. Si bien el Ministerio de Cultura no aspira a la rentabilidad, lo cierto es que el presupuesto de la OCNE apenas ha variado en la última década (y siempre se ha mantenido muy por debajo de los cuatro millones y medio de la temporada 2000/2001). "No sólo no hemos perdido abonados, sino que hemos aumentado la venta en taquilla, que es donde compra el público joven".

11- Apoyo a la composición. Desde hace nueve años, la OCNE he venido encargando obras a diferentes compositores. Además, las piezas finalistas del Concurso de Composición Auditorio Nacional-Fundación BBVA son interpretadas por la Orquesta y Coro Nacionales de España y editadas después en un cedé.

12- Grandes citas. Pons ha dejado "recuerdos imborrables e interpretaciones que quedarán para siempre en la memoria", comenta Puchades. "Me refiero a los conciertos de violín de Britten y Bartók con Janine Jansen y Frank Peter Zimmermann, los Chopin y Tchaikovsky con Lang Lang, el ciclo Mahler, El amor brujo de Falla junto a Estrella Morente...".

13- Difusión. La modernización de la OCNE requería de una mayor presencia en todo tipo de plataformas musicales. Los conciertos emitidos por Radio Nacional de España los domingos por la mañana y las emisiones de Radiotelevisión Española la han dado a conocer mejor entre el público. "Ahora el gran enigma es internet. Pero todo llegará", dice Pons.

14- Divulgación. Tanto en DOC (la revista de la OCNE), los programas de mano, la colección de los Perfiles como en los diferentes monográficos de cada Carta Blanca, Pons ha reunido a las mejores firmas en cada especialidad para abrir el apetito musical antes de cada concierto.

15- Grabaciones. Desde que la OCNE cediera en septiembre de 2008 sus derechos audiovisuales, Pons ha grabado 11 discos, el primero de los cuales (Sonanta suite, para Deutsche Grammophon, junto a la guitarra de Tomatito) ha ganado un Grammy. Recientemente el Coro Nacional celebraba sus 40 años con su primer disco para Decca.