Música

Lutz Emmerich

“La gente ya no quiere comprar sino encontrar”

3 febrero, 2012 01:00

Lutz Emmerich, country manager de Spotify en España.

Mientras los informes de Nielsen, la IFPI y Promusicae confirman el auge del negocio digital, el sector se prepara para una transformación aun más profunda que podría acabar con la piratería. La clave del éxito ya no está en la venta de discos sino en el acceso ilimitado a contenidos. La música clásica (8% del volumen total) no es una excepción pero requiere de sus propias fórmulas.

En pleno corazón del barrio madrileño de Chamberí, la sede de Spotify en España ocupa la sexta planta de un edifico cuyas vistas descubren las antenas de una ciudad que ha ido adaptando sus azoteas a las nuevas necesidades tecnológicas. Lutz Emmerich (Frankfurt, 1968), country manager de la compañía, es el primer miembro del equipo que gestiona la expansión de Spotify en España desde su lanzamiento en enero de 2009. Antes había trabajado para United Internet, Ogilvy, Wanadoo, Xing y la red de ventas online TradeDoubler, donde conoció al cofundador de Spotify Martin Lorentzon. Internet es su oficio pero también una gran pasión.

-¿Entraba en los planes de Spotify convertirse en la gran revolución digital que es hoy?
-No hay más que fijarse en la trayectoria profesional de Daniel Ek y Martin Lorentzon para darse cuenta de que sabían lo que se traían entre manos. Buscaban una solución a la crisis discográfica y dieron con la fórmula.

-La tecnología en streaming existía mucho antes que Spotify. ¿Cuáles fueron los grandes desafíos legales y tecnológicos que hicieron viable el proyecto?
-Lo primero fue convencer a las discográficas de que el futuro estaba en el streaming. Tardamos dos años en firmar los contratos con las cuatro grandes majors. Tecnológicamente, Spotify sigue siendo un work in progress con una lista infinita de mejoras en las que estamos trabajando. Quizá lo más complicado fuera combinar la rapidez del streaming con la calidad subjetiva de cedé a 320Kbps y el desarrollo de un DRM [protección contra copia] propio.

-¿Qué lectura hace de los recientes estudios de Nielsen, la IFPI y Promusicae?
-Las cifras hablan de un descenso de en torno al 70% de las ventas de música física. El negocio digital ya supone el 30% del volumen total en una tendencia ascendente. En Suecia, donde empezó a operar Spotify, la estadística es mucho más contundente. El streaming no es el futuro, es el presente.

-La única plataforma que puede hacerle frente a Spotify es Google Music. ¿Cuál es el valor diferencial de su compañía frente al gigante tecnológico?
-Spotify es la alternativa más completa, rápida y fácil del mercado. El usuario busca, encuentra y escucha. Recientemente hemos habilitado una serie de aplicaciones que permiten leer las críticas, seguir la letra de las canciones, ver videoclips o asistir a conciertos en directo. Los desarrolladores las crean y nosotros las promocionamos.

-Sin embargo, se ha criticado la escasez de posibilidades organizativas de la biblioteca.
-Ya estamos trabajando para que los usuarios puedan ordenar sus listas como quieran.

-Tras el cierre de Megaupload, ¿cree que el streaming es el punto y final de la piratería?
-No me cabe la menor duda. Las leyes antipiratería han disparado el uso del streaming. La experiencia de usuario es infinitamente mejor a la de las webs de alojamiento de archivos o los programas P2P. Una cosa está clara y es que la gente está dispuesta a pagar, pero ya no quiere comprar ni acumular discos sino encontrar lo que busca. Tenemos un catálogo con más de 100 años de música. La facilidad de acceso de Spotify seguirá ayudando a diversificar los gustos. En la actualidad el 80% de los consumidores demanda el 20% de la oferta.

-¿Cómo puede aparecer un artista "sin sello" en su catálogo?
-Habrá de pasar obligatoriamente por las agregadoras o discográficas, pero la experiencia nos dice que cada vez están más abiertas a este tipo de iniciativas.

-¿Cuánto cobran los artistas?
-Depende de cada sello. Nosotros no intervenimos en eso, al menos, no directamente.

-¿Diversificarán su oferta con películas o libros?
-No. Spotify es sólo música.

-¿Cuál es el reto ahora?
-Tenemos muchos, pero casi todos tienen que ver con una mayor integración internacional. En 2011 nos hicimos con los derechos de 300.000 sellos independientes y queremos seguir creciendo, llegar a otros muchos países y colaborar con los fabricantes tecnológicos.