Fabio Biondi dirige al conjunto Europa Galante. Foto: © SMR Cuenca - Santiago Torralba.

Son estas fechas las más idóneas para el recogimiento y la escucha de la mejor música sacra. En la Semana de Música Religiosa de Cuenca Fabio Biondi y Europa Galante recuperarán un oratorio de Pergolesi mientras en el Festival de San Lorenzo de El Escorial Eduardo López Banzo y Al Ayre Español harán lo propio con Scarlatti.

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Una de las señas de identidad de la presente edición de la Semana de Música Religiosa de Cuenca, que arranca mañana, es su Triduo Sacro, que sigue ofreciendo año a año, en su apartado Liturgias, la magnífica Schola Antiqua de Juan Carlos Asensio, siempre afinada y homogénea. Hay una singular presencia de oratorios sagrados. El primero, La fenice sul rogo, ovvero La morte de San Giuseppe de Pergolesi, viene avalado por la relevancia de sus intérpretes, Fabio Biondi y Europa Galante, con las voces de Ferdinand von Bothmer, Pamela Lucciarini, María Hinojosa y Sonia Prina. Un manjar verdaderamente apetitoso, aunque esté mal decirlo en días de cuaresma.

Otro oratorio magno, éste harto conocido, es la Pasión según San Juan de Bach, que estará en las voces del Nederlands Kamerkoor y los timbres de Le Concert Lorrain. Entre los solistas vocales se encuentran Sybilla Rubens Dietrich Henschel, dos artistas de importancia. En el podio, el tenor Christophe Prégardien, que deja por esta vez a un lado su canto ya algo fatigoso. Otra visión del mismo texto bíblico es la de Francesco Feo, coetáneo de Juan Sebastián, que nos ofrecen el Salzburger Concerto Vocale, La Divina Armonia y el organista-director Lorenzo Ghielmi, que tiene a su costa un recital en la Catedral con un muy variado repertorio. A destacar en el concierto la presencia de la mezzo Marta Funagalli para las arias.

Cómo no, saludamos la participación de I Turchini con Antonio Florio, siempre dispuestos a brindarnos la mejor música napolitana de los siglos XVII y XVIII. En esta ocasión, pentagramas de Caresana y Veneziano, partituras que se acogen al genérico Tenebrae. Música para la Semana Santa napolitana (1680-1695). Por su parte el Choeur L'Échelle plantea un programa con obras del XX de Nono, Scelsi, Petrassi, Maderna, Pizetti, Dallapiccola y el gallego Eduardo Soutullo, autor de una partitura de encargo: Aut Caesar Aut nihil. Todo ello en combinación con música de Giovanni Gabrieli, cuyo nombre aparece más tarde en un programa monográfico de Sinfonías Sacras en los atriles de His Majestys Sagbutts & Cornetts. Hay otro estreno absoluto, el de Josep María, Guix, Slowly... in Mist, que el compositor dedica al excelente Trío Kandinsky y que éste toca con Pètals de Ramón Humet y el Trío n° 2 de Schubert.

El mencionado Coro L'Échelle, con su conjunto instrumental, dirigidos ambos por Caroline Marçot y Charles Barbier, penetran en el corazón de Roland de Lassus (La Capilla de Alberto el Magnífico). El King's Consort, con su fundador, el inquieto y agitado Robert King a la cabeza, interpreta la Missa pro Defunctis de Michael Haydn y el Réquiem de su discípulo Mozart con un equipo de solistas vocales muy solvente: Lorna Anderson, Anne Marie Gibbons, Johua Ellicott y Andrew Foster-Williams. Muy atractivo también el programa de la Capilla Cayrasco dirigida por Eligio Luis Quinteiro: Missa Mille Regrets de Cristóbal de Morales, y Motetes de Cuaresma de Juan de Castro y Mallagaray. No está tampoco nada mal la actuación de la Orquesta del Principado de Asturias a las sorprendentes órdenes de Hervé Niquet para la infrecuente El hijo pródigo de Debussy, con la soprano Guylaine Girard, el tenor Bernard Richter y el barítono Alain Buet. La Escuela Ciudad de Cuenca toma la alternativa, con el Llibre Vermell de Montserrat y la Messe basse de Fauré. Completan lo más relevante de la Semana el monográfico Hildegard von Bingen, Ordo Virtutem, en las voces de Ars Choralis Coeln y una actuación al piano de Cyril Huvé con obras de Wagner, Liszt, Franck y Debussy.