Valery Gergiev volverá a la Filarmónica. Foto: Marco Borggreve

Ibermúsica

Por el ciclo de Ibermúsica desfilarán cuatro de las mejores orquestas londinenses, entre las más importantes del mundo: Philharmonia, gobernada por Salonen, que conmemora el centenario del nacimiento de Giulini con dos conciertos de aúpa y el protagonismo de Berlioz; London Symphony, a las órdenes de Daniel Harding (acto I de Tristán e Isolda, con Seiffert, Dalayman, Stotijn, Salminen y Stone); London Philharmonic, bajo la férula de Vladimir Jurowski (Brahms, Beethoven, Mahler y un estreno de MacMillan), y Royal Philharmonic, al mando de Charles Dutoit (Mozart, Shostakóvich, Poulenc y Ravel). Si a todo ello unimos la Filarmónica de Múnich con Maazel (Sibelius, Schumann, Strauss y Brahms), la Staatskapelle de Berlín con Barenboim (Elgar, Beethoven, Strauss), la Mahler Jugendorchester con Afkham (Berg, Wagner, Strauss, Bruckner), la BBC Phiharmonic con Mena (Beethoven, Mahler) y la Sinfónica de Montreal con Nagano (Mahler, Ravel, Ching, Stravinsky), no tendremos más remedio que afirmar que estamos ante un curso feraz.




Juventudes Musicales

La calidad de los solistas es innegable: Argerich, Mutter, Vengerov, Znaider, Lupu, De Maistre, Gabetta, Maisky, Kavakos, Matsuev, Gautier Capuçon y Pogorelich. Son algunos de los instrumentistas más en forma del firmamento. A ellos ha de unirse el tenor Juan Diego Flórez, que con la Nacional y Miguel Harth-Bedoya va a desarrollar un recital muy en su estilo, con arias de Donizetti y Verdi y alguna romanza de zarzuela. Hemos de sumar a dos maestros de mucho tronío, Mehta, que actúa con la Orquesta del Maggio Fiorentino (Beethoven), y Maazel, que lo hace con la Philharmonia (Sibelius y Strauss). Añadamos a ellos las Orquestas Sinfónica de la Radio de Stuttgart, la Philharmonia de Praga y la Filarmónica de Montecarlo.




Ibercámera

Treinta años lleva esta empresa musical proveyendo de corcheas a los espectadores del Palau de la Música Catalana y, más modernamente, del Auditori. Siempre con un razonable equilibrio de propuestas. Esta temporada cuenta con orquestas tan sólidas y directores tan competentes como la Sinfónica de Viena con Adam Fischer, Sinfónica de Dinamarca con Frühbeck, Teatro Mariinski con Gergiev, Filarmónica Nacional de Hungría con Kocsis, Royal Philharmonic con Zukerman y Sinfónica Tchaikovsky con Fedosseev, que proponen conciertos que, menos el cuarto, se programan también en La Filarmónica, su ciclo paralelo de Madrid. Hay que añadir la presencia de Europa Galante con Biondi para el ciclo La Stravaganza de Vivaldi. Y, por supuesto, la de la insigne Maria João Pires en el Concierto n° 2 de Bethoven. La Novena de Mahler es el plato fuerte que tratará de cocinar el tempestuoso Gergiev.




Fundación Excelentia

Hay que celebrar que una institución privada como ésta vaya viento en popa. Cada temporada, siempre en el Auditorio Nacional, tanto en su vertiente camerística como sinfónica, se presentan programas de repertorio. Los intérpretes, tanto directores como solistas, no son de relumbrón y abundan los jóvenes. Se da esta temporada un amplio repaso a obras de Mozart, Beethoven, Mendelssohn, Dvorák, Tchaikovsky, Bach e incluso se anuncia una Traviata en versión de concierto. Dirigirán a la Orquesta Clásica Santa Cecilia Thomas Sanderling y otros maestros de menor envergadura: Grzegorz Nowak, Jonas Alber, Óscar Navarro, Florian Donderer, Juilan Kuerti, Michael Christe, Case Scaglione y Yunsang Chang. Unamos a ellos a los españoles, bien conocidos, Miquel Ortega y Vicente Alberola, este último gran clarinetista, que empieza a desplegarse como director.