Vinicius de Moraes, en la eternidad y en todo momento
Vinicius de Moraes. Foto: Acervo VM Cultural/DR
Lanzó la cultura brasileña a todos los rincones del mundo con la poesía y la sensualidad de sus canciones. Vinicius de Moraes, autor de 'Garota de Ipanema' y padre de la bossa nova junto a nombres como Tom Jobim, hubiese cumplido mañana cien años.
El centenario del nacimiento de Vinicius de Moraes se ha venido celebrando en Brasil y otros países a través de un sinfín de actividades literarias y musicales. Hoy mismo, la web del artista (www.viniciusdemoraes.com.br), dirigida por una de sus hijas, María de Moraes, se abre al público con aportaciones inéditas de su patrimonio cultural. "Quiero que este sea un año de exaltación del amor, la generosidad y la verdad con la que vivía", explicaba recientemente. Aquí en nuestro país, por ejemplo, la Fundación Autor reedita el documental Vinicius, de Miguel Faria.
De diplomático a escritor
Marcus Vinicius da Cruz de Melo Morai nació en el barrio de la Gavea de Río de Janeiro a la hora del alba. Mientras se licenciaba en Derecho, por cuyos estudios luego haría carrera diplomática en destinos como Los Ángeles o París, aquel joven inquieto ya se hacía hueco entre las letras con la publicación de libros como Caminho para a distância, Forma e exegese o Ariana, a mulher. En realidad, Vinicius de Moraes siempre fue escritor antes que músico. El autor brasileño Drummond de Andrade dejaría dicho que Moraes "fue el único poeta que vivió como un poeta".No obstante, fue su relación con la música lo que acabó dándole gran notoriedad, teniendo en su biografía artística un primer hito que marcaría el devenir de la cultura popular brasileña y... podría decirse que planetaria. Corría el año 1956 y Vinicius transmutaba el Orfeo griego en un Orfeo negro y brasileño. El estreno del montaje teatral Orfeu da conceição en el Teatro Municipal de Río de Janeiro, con decorados de Oscar Niemeyer y música del pianista y compositor Tom Jobim, obtuvo el reconocimiento total de la comunidad creadora brasileña, que años más tarde volvería a rendirse ante su versión cinematográfica, la mencionada Orfeo Negro.