Lo mejor de la historia de Bruce Springsteen y la E Street Band pasará por España desde este sábado, 14 (Barcelona) con The River Tour, gira basada en el mítico álbum que le llevará a San Sebastián (17) y Madrid (21).

"Escribir sobre ti mismo es algo extraño. Intentaré mostrarme como soy". Estas declaraciones de Bruce Springsteen sobre su autobiografía Born To Run (que Random House publicará en España el 27 de septiembre, cuatro días después de cumplir 67 años) definen a uno de los músicos más sinceros que ha dado la historia del rock. Muchos pensarán que también es el menos sofisticado pero para qué queremos refinamiento, falsa modestia e impostación (tan frecuentes en su gremio) cuando se ha publicado un disco como The River, capaz de reunir las letras de Shrerry Darling, Hungry Heart, Point Blank y Cadillac Ranch, entre otras. La discográfica Sony ha celebrado sus 35 años con una caja recopilatoria que ha titulado The Ties That Bind: The River Collection y que ahora da nombre a la gira que lo traerá a nuestro país -con entradas agotadas desde hace meses y polémica de reventa incluida- con conciertos en Barcelona (este sábado, 14), San Sebastián (17) y Madrid (21).



La geografía de Springsteen, el Macondo al que vuelve una y otra vez, se llama New Jersey y pasa inevitablemente por la E Street Band, otro punto de referencia inseperable de su historia sentimental y artística que ha dado nombre al grupo que le ha acompañado durante toda su carrera y con el que ahora -otro plus más para la nostalgia- se presenta en nuestro país. La E Street existe y nació de una repetición. Springsteen y su banda buscaban un nombre a principios de los setenta. Tras algunas desafortunadas propuestas -y bloqueados por la rutina y el sopor que sólo la carretera proporciona- al Boss le dio por canturrear el contenido de un poste indicativo que se "apareció" en una cuneta bajo el "luminoso" E Street. Eureka.



Varios años después llegaría The River (1980), un álbum que catalizó una energía con pocas réplicas en la historia. Se alinearon los astros en torno al grupo y a la incontinencia compositiva de Springsteen. Grabaron 100 canciones de las que sólo se publicaron 20 en una edición doble. Todas para ser interpretadas en directo. Nacía el embrión de los conciertos de más de cuatro horas, muestra de la torrencialidad de la E Street Band. Entraron en el estudio en abril de 1979 tras seis años frenéticos de conciertos y un año después salía a la calle la que pudiera ser la mejor criatura de Springsteen con permiso de Born To Run, Darkness on the Edge of Town, Born in the USA y Nebraska. A partir de The River se convertirían en auténticas estrellas del rock.



Ecos del upstage

En su cita española ya no oiremos el saxo de Clarence Clemons pero estará el de su sobrino Jake, que demuestra que en ocasiones la genética funciona. Si nada falla, contaremos, entre otros, con la guitarra de Stevie Van Zandt, el bajo de Garry Tallent -fijos de las primeras jam sessions del club Upstage y de los alrededores de Belmar-, la voz de Patti Scialfa, el magisterio de Roy Bittan a los teclados y la batería de Max Weinberg. Cerca de 20 músicos arroparán a un Springsteen que llega en plena forma, más comprometido si cabe con el mundo que le rodea (ahí está la reciente cancelación de un concierto en Carolina del Norte en protesta por una ley que discrimina a los homosexuales) y más sensibilizado que nunca con su profesión, como demuestran los homenajes realizados en directo a David Bowie y Prince con dos versiones de Rebel, Rebel y Purple Rain.



Así es que con una autobiografía en el horizonte y con The River como referente y celebración se esperan unos conciertos cargados de memoria hacia aquellos comienzos -40 años ya- en las playas de Asbury Park gracias a la chispa y la determinación del desaparecido Danny Federici. Por eso Springsteen volverá a mostrarse tal cual es. Sincero. Sin imposturas ni refinamientos.



@ecolote