Un momento del espectacular montaje de Another distinguée. Foto: Collectif des Routes

La Ribot (Madrid, 1962) siempre vuelve a sus Piezas Distinguidas. Creó la primera en 1993 y desde entonces ha convertido cada convocatoria del proyecto en una fiesta de danza, teatro, video-arte y performance. Cada ‘pieza distinguida' destaca por su brevedad y desemboca en una serie que será la que dé cuerpo al espectáculo. En 24 años, ha realizado 53 piezas, capítulos mínimos de su particular historia de la danza que se han ramificado por disciplinas como el vídeo, el cine o la literatura.



La primera serie, 13 piezas distinguidas, estaba compuesta por trabajos claros y concisos. En Más distinguidas (1997), La Ribot dotó a su estilo de mayor rapidez y plasticidad. Con Still distinguished (2000) subrayó su carácter estético, y en PARAdistinguidas (2011) llegará el acompañamiento y el caos, yuxtaponiendo unas piezas sobre otras.



El miércoles, 22, vuelve a Madrid -a los Teatros del Canal- para presentar su quinta serie, que ha titulado Another Distinguée. Estrenada en el Latitudes Contemporain de Lille (Francia), está integrada por ocho piezas, de las cuales una es una instalación, titulada Sonia, que permanecerá colocada en medio de la escena. Sirènes, Sacrifice I y II, Olivia, Super Romeo, Desasosiego y Dark Practices completan el montaje de la bailarina y coreógrafa. "Todas las piezas son heterogéneas y todas breves y sintéticas", explica a El Cultural sobre un montaje que comparte en el escenario con Juan Loriente y Thami Manekehla. "Al principio trabajaba sola e invitaba a colaboradores puntualmente. Unía con libertad objetos, música, luces, colores y textos que iba recolectando. He ido construyendo un lenguaje propio que ha ido creciendo en complejidad y que se nutre de una forma más consciente y rápida de todo lo que el arte, la vida y mis colaboradores me han ofrecido".



En esta ocasión, La Ribot, Premio Nacional de Danza de 2000 y Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2015, ha trabajado en un espacio llamado ‘black-cube', un híbrido entre la caja negra de teatro y el cubo blanco de la galería de arte. "Es un lugar donde el espectador está de pie y es libre de moverse por el espacio escénico. He construido una máquina teatral de luces y oscuridad donde se acentúa la instalación central. La luz baña el espacio con tintas grises, amarillas, blancas y rojas que amplifican el ambiente de cómic, entre lo ficticio y lo sintético".



@ecolote