María Pagés en un momento de Óyeme con los ojos. Foto: David Ruano

La bailaora presenta en el Festival de Jerez, que arranca el 24 de febrero, Óyeme con los ojos, inspirado en Sor Juana Inés de la Cruz, San Juan de la Cruz... En la cita andaluza actúan también Mayte Martín, Carmen Linares, Rocío Molina...

"El montaje de Óyeme con los ojos es simple en cuanto a la escenografía, pero muy efectivo. Está lleno de símbolos, el cuadrado, los círculos, elementos que son pilares en la vida y que ayudan al encuentro con la esencialidad, con la calma. Pero todo esto bulle y te facilita las cosas para que surjan nuevas ideas. Por lo tanto, ¡que no pare la creatividad!", afirma la bailaora sevillana María Pagés, que lleva su última obra al Festival de Jerez, la celebración de danza flamenca más prestigiosa de nuestra época. Y, efectivamente, en este acontecimiento de alcance mundial, la creatividad se manifiesta en un claro ejercicio de libertad artística.



A pesar de que este año se trata de mantener un cierto equilibrio incluyendo la presencia de bailaores y músicos locales, en especial de los emergentes, diseñar un programa receptivo al poder de la imaginación, donde se aplaude el entronque con las raíces pero en el que se pone un considerable énfasis en el vigor y dinamismo que genera la sagacidad de la inventiva, es un logro de Isamay Benavente, que al frente de un eficacísimo y resolutivo equipo, dirige un acontecimiento singular que se inicia el 24 de febrero y concluye el 11 de marzo. Esta actitud abierta a todas las tendencias, y más en uno de los territorios fundacionales del flamenco, supone un paso adelante, facilitando a los artistas que participan un espacio idóneo para llevar a cabo el desarrollo de sus propuestas.



El título del espectáculo de María Pagés pertenece a uno de los versos del poema Sentimientos de ausente, de la poeta mexicana del siglo XVII Sor Juana Inés de la Cruz: Óyeme con los ojos / que están tan distantes los oídos... "Todos los sentidos se comunican, relacionándose unos con otros, y ese verso es un punto de partida hacia lo que tantos místicos han hecho a lo largo de la historia y que, en último caso, es también la finalidad del arte: trascender, iniciar un camino de búsqueda hacia el más allá que es, al fin y al cabo, la búsqueda de uno mismo", dice María al fundamentar su último trabajo en textos de Rumi, Ibn Arabi, San Juan de la Cruz o Fray Luis de León, más otros de Tagore, Mario Benedetti y José Agustín Goytisolo.



La variedad es otra de las características principales del festival andaluz, que en su vigésimo primera edición sigue conservando unos criterios encaminados no solo a mantener el interés de los aficionados sino a mostrar un evento de primer nivel a todos los públicos por medio de una oferta viva y múltiple, que muestre la realidad flamenca de nuestro tiempo en su más estimulante diversidad, incluso en sus aspectos más complejos y transgresores. Entre otros, tendremos los conciertos Jerez a Caballero Bonald, con una serie de cantaores que interpretan letras originales del escritor, Verso a verso. Carmen Linares canta a Miguel Hernández o Al flamenco por testigo, de Mayte Martín, y los espectáculos Tránsito, de Marco Flores, Así que pasen veinte años, de Antonio el Pipa, Caída del cielo, de Rocío Molina, Baile moreno, de Farruquito, o La espina que quiso ser flor, según su autora, Olga Pericet, "un recorrido que está entre el sueño y la realidad". Y Óyeme con los ojos, según María Pagés, "un monólogo donde vemos que lo que llamamos duende no es más que el encuentro espiritual con otra dimensión".