El violinista Tobias Feldmann

El Festival Turina, relanzado gracias a nuevos patrocinios, recorre la obra del compositor hasta el próximo domingo, asociando sus partituras a lugares significativos de su vida en Sevilla a través de conciertos itinerantes. Además, convoca a jóvenes talentos como Tobias Feldmann, Philippe Graffin...

Hace dos años echó el cierre en Sevilla el quinto Festival Turina, creado y dirigido por la pianista y docente noruega Benedicte Palko, profesora de música de cámara en Musikene, Centro Superior de Música del País Vasco. Las perspectivas futuras entonces eran más bien negras. Afortunadamente, las cosas parecen haber cambiado. El ayuntamiento ha ampliado su aportación y otros organismos como el ICAS (Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla), la Unesco y el Inaem arriman asimismo el hombro. Se suman los patrocinios de entidades privadas como Cruzcampo, Academia ELI, Diario de Sevilla o El Corte Inglés.

Benedicte Palko defiende encendidamente la relevancia de su propuesta y subraya la singularidad de la música de cámara, a la que considera "una comunicación capaz de crear un nuevo lenguaje brillante y entrecruzado, en el que los músicos se apoyan, dan, escuchan, reciben, de tal manera que el público -cada vez más internacional, numeroso y variado-, no puede escapar a esa belleza tan fugaz y a la vez tan profunda". Porque, insiste, "la responsabilidad hacia las nuevas generaciones, y la proximidad entre artistas y músicos jóvenes es importante, y una de las mayores prioridades del festival".

Este año ha habido además una nueva y prometedora iniciativa, la creación del proyecto denominado Turina entre festivales, en la que artistas de ediciones anteriores se han unido a tiernos talentos españoles en concierto. Lo cual dota a la muestra de una significación indudable y amplía su radio de acción. Es lógico que en estas páginas nos hayamos hecho eco de ello y que en 2015 la destacáramos como uno de los eventos más cualificados dentro del ámbito de la música clásica en nuestro país.

La presente edición, en pleno desarrollo estos días y que cuenta con la presidencia de honor de la Reina Emérita Sofía, tiene, si se quiere, un significado adicional, ya que coincide con el 135 aniversario del nacimiento del compositor que da nombre al ciclo y que va a estar de nuevo muy bien representado en la programación. En el mismo arranque del lunes pasado el Trío Arriaga (Felipe Rodríguez, David Apellániz y Daniel Ligorio) interpretaron la integral de las obras escritas por el músico para violín, chelo y piano. Tres días después el Cuarteto de cuerda formado por Antonio Viñuales, Olatz Ruiz, Cristina Santos y Salvador Bolón dieron forma a la Serenata op. 87. Mañana sábado una orquesta de cuerda integrada por artistas y becarios tocará la famosa Oración del torero.

El revelador Quinteto con piano op. 1 se escuchará ese mismo día en los instrumentos de los mejores artistas de la muestra, en un acto que combinará la música con una visita a los lugares sevillanos más significativos en la vida y la obra del compositor. Por fin, en la sesión de Capitanía que cierra el festival, se interpretará el Cuarteto con piano en la menor op. 67, en un programa que completan el Cuarteto con oboe K 370 de Mozart, el Septimino op. 65 de Saint-Saëns y el Quinteto con piano op. 81 de Dvorák. Aquí se darán cita algunos de los artistas invitados más relevantes; entre ellos: los violinistas Tobias Feldmann -un joven talento en plena ascensión-, Tanja Becker-Bender y Philppe Graffin, la joven oboísta andaluza Cristina Gómez Godoy (titular en la Staatskapelle de Berlín), la violista Lise Berthaud, el chelista Bertrand Reynaud, el trompetista Mario Martos y la pianista Sofya Melikyan. Desde el piano también actuará la propia Palko.

Aparte de los mencionados, debemos apuntar la presencia de otro importante instrumentista, el sobrio y minucioso chelista canadiense Gary Hoffman, docente en París y Bruselas, que, junto al pianista Michail Liftis, aborda partituras de Mozart y Mendelssohn y participa en la interpretación de otras composiciones tan enjundiosas como la Serenata para cuerda op. 10 de Ernö Dohnányi y el Sexteto para cuerda op. 48 de Dvorák.

Guiño a Granados

No menos sustantividad entrañan, desde luego, algunas de las demás creaciones integradas en bien pautada selección, como la suite pianística Goyescas de Granados, en cuyos entresijos se introduce Sofya Melikyan; como el Cuarteto para oboe y cuerda de Arnold Bax, con la ya mencionada Gómez Godoy al frente; o como el Cuarteto con piano op. 4 de Fauré, con los citados Becker-Bender, Berthaud, Hoffman y Melikyan. Y hay que celebrar, claro, la inclusión de la Sonata para violín n° 1 y dos Danzas húngaras de Brahms al lado de una rareza como el Dúo Concertante op. 67 de Spohr.

Unas líneas finales para dar cuenta de la importancia que tiene la presencia de las nuevas generaciones, en buena parte centradas en la actividad de la Banda del Festival, un auténtico crisol de enseñanzas a los más jóvenes y un espacio privilegiado para forjar vocaciones desde casi la infancia. José Rafael Pascual-Vilaplana dirigirá a los alevines en composiciones de Grainger, Jacob, Gershwin, Lauridsen, Schmitt y Turina (Marcha militar y arreglo de Alfred Reed de La procesión de Rocío).