Tristán e Isolda en el centro del universo
La cúpula de Ollé es un comodín para los tres actos. Foto: Franchella Stofleth
El montaje de Àlex Ollé (Fura), que llega el martes, 28, al Liceo, emplea una esfera de 5.200 kilos, símbolo del ideal wagneriano de ópera total. Irene Theorin encarnará a Isolda y Stefan Vinke a Tristán. En el foso, Josep Pons.
En verdad, pocas composiciones líricas tan totales, tan ambiciosas, tan redondas, tan extraordinarias como esta ópera estrenada en Múnich en 1865. Es perfectamente representativa de esa pretensión del compositor germano que partía de establecer un discurso musical continuo apoyado en un lenguaje especialmente evolucionado. A mediados de 1865 el músico tenía ya en su mano toda la elocuencia, la potencia y el conocimiento del artista pleno. Pero la nueva partitura era otra cosa. Inicialmente, una ópera fácil de representar, con pocas voces y una estructura musical aparentemente sencilla. Pero desde el Preludio se aprecia que esto no es exactamente así.
A partir de ahí se abre un arco en forma de lied con una introducción y un desarrollo que trabaja sobre las variaciones de dos células elementales y expuestas en los dos primeros compases, una melódica de cuatro notas y otra rítmica (breve-larga-breve), que dan lugar a la formación de siete ideas diferentes, que entran a formar parte de la maraña de motivos conductores, los célebres leitmotiven. Sin duda, uno de los puntos de referencia de toda la obra, de toda la música del siglo XIX realmente, es el famoso acorde inicial, definido así por el compositor: "Séptima invertida del relativo de la dominante de la dominante". No es un trabalenguas ni un acertijo. Se trata de un acorde constituido por dos intervalos de cuarta aumentada (el célebre tritono o diabolus in musica) o quinta disminuida: La-Mi-Si; tiene su propia simbología: la unión -androginia- de Tristán e Isolda, que son una sola persona, lo que hinca sus raíces en las teorías sufistas: La y Mi llevan a la Transfiguración: Si. La simbología del acorde parece clara: la unión es deseada, pero resulta imposible de realizar.