Trío Musicalis

Eduardo Raimundo (clarinete y clarinete bajo), Marco Pérez Blanco (violín y viola) y Francisco Escoda (piano) son tres instrumentistas de primera que constituyeron en 2008 el Trío Musicalis, acreedor de varios premios, entre ellos el tercero del Concurso Internacional Cidade de Alcobaça (Portugal). Los dos primeros militan en la Orquesta Nacional y son, como el tercero, artistas inquietos, solventes, entregados y eficientes, amigos de sus instrumentos y perfeccionistas. Por ello han logrado elevar a gran altura su formación, que presenta una conjunción sin fisuras y una envidiable profesionalidad.



De ahí que consideremos del máximo interés el concierto que, dentro del ciclo Satélites de la Orquesta Nacional, ofrecen este domingo 4 en el Auditorio Nacional. Lo conforma un programa admirable, equilibrado y enjundioso que se abre con Contrastes Sz 111 de Bartók, partitura basada, como tantas de su autor, en danzas rumanas y húngaras. En su confección tuvieron bastante que ver el violinista Joseph Szigeti y el clarinetista Benny Goodman.



El temprano Trío de Khachaturian, demostrativo de unas juveniles hechuras y de estructura rapsódica, casará luego con la reducción para trío de la siempre bienvenida Historia del soldado de Stravinski, cuajada de aires de danza, de contratiempos, incisiva y penetrante. Tanto como podrá serlo la obra de estreno de José Luis Greco, Fun. Será interesante calibrar a través de ella el siempre cuidado lenguaje de este músico español de excelente caligrafía que dibuja siempre claras líneas, encuadradas en un eclecticismo nada mimético y sí, partiendo de una rara comprensión del desarrollo formal, una notable originalidad. La sensibilidad para los timbres y el buen tratamiento instrumental son tan habituales en su manera de componer que no es raro que toque la fibra emocional.