Radu Lupu

El ciclo Grandes Intérpretes de Scherzo suele estar habitado por algunos de los más grandes pianistas de la actualidad. Esta temporada, después de Mitsuko Uchida y Deszo Ranki, excelentes cada uno en su estilo, le toca el turno, este lunes 8, a un viejo amigo, el rumano Radu Lupu (Galati, 1945), que lleva más de 30 años visitando nuestro país.



Siempre gusta reencontrarse con él, pese a que en los últimos tiempos haya dado algunas muestras de flaqueza. Uno de los rasgos de su personalidad es, de todos modos, una cierta irregularidad. Incluso en una misma sesión pueden denotarse en su ejecución altibajos. Esperemos que no suceda así en esta ocasión, en la que ofrece un hermoso y difícil programa schubertiano, con los Seis momentos musicales op. 94, D 780 y las Sonatas en la menor op. 143, D 784 y en la mayor D 959. En esas composiciones podrá el pianista sacar lo mejor de sí mismo.



Y podremos disfrutar de nuevo la sutileza de su ataque, la finura de su dicción, la suavidad de su acento, la fantasía de su fraseo, su manejo de la dinámica y, sobre todo, su tradicional belleza de sonido, que han sido los fundamentos de una tan larga trayectoria. Realmente, no es fácil encontrar un instrumentista que posea en tal grado la técnica y el gusto de administrar con esa propiedad los reguladores: a cada ataque, una dinámica; a cada nota, una pulsación de grado diverso. Esperamos con mucho interés, en particular, su traducción de la penúltima Sonata schubertiana, esa monumental n° 22, Deutsch 959, de tan admirable equilibrio en todas sus partes, de proporciones tan perfectas.