Bryn Terfel. Foto: Mitch Jenkins
Aunque poco frecuente por nuestros escenarios, el bajo-barítono galés Bryn Terfel llega ahora al ciclo Voces del Real para desgranar un programa que incluye obras de Wagner, Boito, Weill, Bock y Rodgers y Hammerstein.
Al comienzo de su ya larga andadura, y después de haberse graduado en la Guildhall School of Music and Drama de Londres en 1989, quedó segundo en el Concurso de Cardiff, por detrás del barítono siberiano no ha mucho fallecido Dmitri Hvorostovsky. Su carrera se fue desarrollando en defensa de papeles mozartianos como Masetto, Leporello, Guglielmo o Conde hasta desembocar en el principal de Don Giovanni. En Salzburgo tuvo su gran espaldarazo al encarnar al Bautista en Salomé de Strauss, un personaje bastante más dramático, con lo que desembarcaba ya claramente en la literatura de gran dimensión.
Todo ello, cuando su arte, pese a ciertos lógicos desfallecimientos, sigue estando bien arriba, nos anima a esperar con expectación este anunciado concierto madrileño en el que se van a escuchar páginas de la literatura wagneriana. Nada menos que arias de Los maestros cantores (Monólogo de las lilas), vistiendo el ropaje del zapatero poeta Hans Sachs, una figura histórica, y La Walkiria (la despedida del dios Wotan, que nos brinda las reflexiones del personaje tras haber adormecido a la desobediente Brünnhilde), uno de los fragmentos operísticos del compositor dotados de mayor grandeza.De Terfel hemos podido apreciar su timbre, penumbroso y recio, con una octava inferior muy lustrosa y compacta
El recital da en su segunda mitad un vuelco espectacular con la inclusión del aria Son lo spirito che nega de Mefistofele de Boito, en donde Terfel habrá de dar relieve al irónico e histriónico discurso luciferino, y con una selección del mejor musical americano: piezas de La ópera de tres peniques de Weill, Oklahoma de Rodgers y Hammerstein y El violinista en el tejado de Bock. Acompañando al cantante y dirigiendo a la Orquesta del Teatro, se situará el solvente Josep Caballé Domenech, que pondrá además en atriles el Preludio de Lohengrin, la Cabalgata de las walkirias y las oberturas de La bella Helena de Offenbach y de la obra citada de Rodgers y Hammerstein.