orquesta-euskadi

orquesta-euskadi

Música

Orquestas sin aviones en el Festival de Santander y la Quincena de San Sebastián

Las dos prestigiosas citas musicales movilizan sinfónicas locales ante la incertidumbre y ofrecen fogonazos internacionales como Sokolov y Joyce DiDonato

31 julio, 2020 19:07

Patrick Alfaya y Valentina Granados han tenido que enfrentarse a un galimatías mayúsculo para poner en pie, respectivamente, la Quincena de San Sebastián (arranca este sábado) y el Festival Internacional de Santander (a partir del 5 de agosto). Alfaya, director de la tradicional cita musical vasca desde 2009, describe a El Cultural gráficamente la sensación que ha tenido estos días: “Parecía que avanzáramos sobre arenas movedizas”. Granados, que capitanea desde 2012 el otro festival veraniego con más solera del norte de España, refiere “la normativa cambiante” sobre la que han tenido que ir tomando decisiones para que sus pretensiones artísticas se sujetaran en todo momento al marco legal vigente.

Ha sido todo muy difícil pero, rebrotes mediante, han salvado ambas ediciones. Distarán mucho de lo que tenían previsto, claro. Granados, asesorada por el flautista y director Jaime Martín, había convocado, por tercer año consecutivo, a la Sinfónica de Londres, con Simon Rattle al frente. La idea era conjuntar sus huestes con las del Orfeón Donostiarra para acometer la Segunda Sinfonía de Mahler. Esa alianza devino imposible, por las limitaciones a la movilidad y por el amplísimo número de intérpretes que había que congregar. También aguardaban a la Filarmónica Checa, acaudillada por Semyon Bychkov, que, asimismo, estaban invitados en San Sebastián.

Al maestro de origen ruso han conseguido rescatarle gracias a la afortunada circunstancia de que tiene casa en el País Vasco francés y, por tanto, su desembarco en ambas capitales norteñas supone un trayecto asumible en la coyuntura actual. Alfaya le ofreció la Orquesta de Euskadi para su visita a Donosti que, gracias a la buena sintonía entre ambos festivales, prolongará hasta Santander. Con ella, afrontará la Heroica de Beethoven en ambas plazas, cumpliendo así con el aniversario de los 250 años del nacimiento del compositor alemán. Esta misma agrupación copará otras dos jornadas en San Sebastián, erigiéndose así en principal protagonista de la Quincena. Bajo la batuta de su titular, Robert Treviño, y en compañía del tenor de la tierra Xabier Anduaga, desplegarán un popurrí de piezas de Donizetti, Rossini, Sorozábal… Y en su tercera comparecencia, guiados por el alavés Juanjo Mena, volverán a homenajear a Beethoven (Séptima sinfonía). Lo harán después de escanciar dos obras de Haydn: la Sinfonía nº44 y el Concierto para violonchelo y orquesta, con el bilbaíno Asier Polo como solista.

Joyce DiDonato. Foto: Chris Singer

“Era lo más lógico, contar con artistas de aquí. No tenía mucho sentido, para aforos tan limitados, asumir costes altísimos. Sólo alojar a cien personas en un hotel de San Sebastián es un dineral”, aduce, con criterio, Alfaya, que tampoco quería correr demasiados riesgos con compañías aéreas. “Será un festival sin aviones”, describe, en esa línea, Granados, que a pesar de las complicaciones ha conseguido movilizar a cinco conjuntos orquestales: la propia Orquesta de Euskadi, la del Principado de Asturias, Les Musiciens du Louvre (también presente en San Sebastián con Marc Minkowski y Mozart en atriles), la Orquesta Barroca de Sevilla y la Orquesta Nacional de España. La formación estatal, tras su paso por Granada, se desplegará en dos jornadas. Primero, con su anterior titular, Josep Pons, y el pianista Javier Perianes, mostrará su faz mozartiana (Concierto para piano nº20 y Sinfonía nº 40). Segundo, como broche final del festival el 30 de agosto y bajo el mando de David Afkham, exhibirá la beethovianana (Sinfonía nº 2 y nº5), completando así en Santander un jugoso monográfico dedicado al genio de Bonn.

Por tanto, un festival que cabía esperar mucho más camerístico también lucirá músculo sinfónico, sin exponerse a las potenciales contingencias que se produzcan en el espacio aéreo. Es un logro logístico que podrán degustar los 700 espectadores permitidos en Palacio de Festivales, uno poco menos de la mitad de su capacidad total. Pero el formato reducido también gozará de mucho protagonismo en la capital cántabra. Aparte de los fogonazos individuales de Sokolov (también en la Quincena) y Joyce DiDonato, su premiado ciclo Marcos históricos alineará a conjuntos historicistas nacionales de primera fila: La Ritirata (también en San Sebastián), La Galanía, Música Ficta, Collegium Musicum y la La Real Cámara, que, en las manos de Emilio Moreno, sorprenderá con partituras inéditas de Antonio Caldara. “Uno de los grandes fenómenos de la música en España en los últimos años es precisamente el surgimiento de un gran número ensembles especializados en música antigua, que son buenísimos y no tienen mucho que envidiar a los de fuera. Un festival como el nuestro tiene que apoyarlo e impulsarlo, y es lo que estamos haciendo”, apunta Granados. Fuera de este ciclo, no hay que olvidar que por allí también desfilará el Cuarteto Quiroga, lo que conduce a Granados a decir que su público gozará de “un festival de nivel internacional con músicos nacionales”.

Lo suscribe, para el suyo, su amigo Alfaya. Durante estos días, se han estado viendo mucho por Zoom, compartiendo opiniones y dándose ánimos. “Se ha creado una atmósfera solidaria muy edificante en este tiempo dentro de la música, un sector que no se ha caracterizado por su unidad. Ojalá tenga continuidad”, explica Granados, que calcula que el presupuesto será de unos dos tercios respecto al de 2019. El de San Sebastián se ha enjugado notablemente. “Hemos pedido voluntariamente que se reduzcan las aportaciones que recibimos tanto de instituciones públicas como privadas. Era lo lógico. Este año de lo que se trata es de mantenerse vivos y de dar impulso a todos esos músicos que vieron en abril como la tierra se abría bajo sus pies”, concluye Alfaya.

@albertoojeda77