Llega diciembre y la Orquesta de Radiotelevisión Española se repliega en cierto modo y propone tres aisladas sesiones sinfónicas, con carácter extraordinario sin repetición, que se van a desarrollar en tres viernes de diciembre, días 4, 11 y 18. La más interesante es sin duda la primera, que reúne tres significativas composiciones de otros tantos creadores españoles. El primero y hoy un tanto olvidado, excepto por una de sus zarzuelas, El anillo de hierro, es el mallorquín Pedro Miguel Marqués (1843-1918), de quien se programa su importante Sinfonía nº 3, una de las cinco que llegó a componer y que, como todas ellas, sacó a la luz hace unos años José Luis Temes, que es quien se sitúa en el podio para la ocasión y quien las registró hace ya diez años con la Filarmónica de Málaga.
Marqués fue un buen ejemplo de músico precoz, imbuido de las ideas del romanticismo y seguidor fiel, aunque no del todo mimético, de la obra de compositores como Berlioz –con quien estableció contacto en París a principios de los años sesenta del XIX–, Rossini o Mendelssohn. Esta magnífica página sinfónica fue estrenada por Jesús de Monasterio –uno de los protectores del músico– dentro de programación de la Sociedad de Conciertos de Madrid el 2 de abril de 1876 en el Teatro Circo Price. Ramón Sobrino nos recuerda que la obra se llegó a interpretar en Múnich bajo la dirección nada menos que de Hermann Levi. La recuperación de estas partituras sinfónicas se debió a la labor del Instituto Complutense de Ciencias Musicales, ICCMU, que dirigía por entonces Emilio Casares.
Spanish Brass, además, continúa su gira 'Un po’ de Fellini' este domingo en el teatro rialto de valencia, un homenaje al regista italiano
La tercera composición del programa, los singulares Cantos de Ziryab del palentino Santiago Lanchares (1952), creador de una música, rectilínea y enérgica, que no carece de una delicada fragilidad, dotada siempre de una atractiva y acogedora claridad. La obra viene dividida en cuatro imágenes o viñetas de unos cinco minutos de duración: Cadencia Andaluza, El Camino de Al-Andalus, El Jardín de Ziryab y Llegando a Córdoba. Partitura de resonancias arábigo andaluzas, que se mece entre volutas y delicados melismas. Fue Temes quien grabó la obra hace pocos años al frente de la Joven Orquesta de Cantabria. Especialmente cautivadora resulta la cuarta pieza con sus esbeltos solos de maderas sobre filigranas de las cuerdas y su danza postrera, de un colorido verdaderamente singular.
Entremedias se escuchará el Concierto para quinteto de viento y piano, movedizo, bien orquestado, de Salvador Brotons (Barcelona, 1959), tocado de cierto deje jazzístico, dividido en tres muy contrastados movimientos, en los que el compositor sigue en cierta medida la estructura clásica de la sonata. El primero es un ejemplo de buena ordenación del material. El segundo tiene un sereno aire de siciliana. El presto final ofrece una bien trabajada alternancia temática y se desborda en un electrizante cierre. El quinteto de viento solista, al que se le piden continuas diabluras, será el aclamado Spanish Brass, recientísimo Premio Nacional de Música, que el domingo 6 continuará su gira, bautizada como Un po’ de Fellini, en torno al director italiano, en el Teatro Rialto de Valencia. Además, acaban de lanzar su disco Spanish Brass (a) Live.