Entre las nuevas generaciones dedicadas a la música antigua, barroca y clásica, ocupa un lugar destacado Javier Ulises Illán (Toledo, 1981), que cerrará el FIAS este jueves al frente del ensemble Nereydas. Illán ha estudiado con directores de prestigio como Howard Arman, Tom Koopman, Philippe Herreweghe, George Pehlivanian, Salvador Mas, Jorma Panula, Manfred Huss (música historicista) y Julius Kalmar (ópera). Asimismo recibió en su día orientaciones de Pierre Boulez y Bernard Haitink.
Evidentemente, todo ese bagaje ha pesado en su manera de entender la(s) música(s) y a la hora de elegir los instrumentistas que han ido conformando el conjunto que preside y con el que se expresa desde 2010: Nereydas. Además, Illán viene desplegando sus alas también fuera de nuestro país, por ejemplo, en Alemania y particularmente en Suiza, donde dirigió hace un par de años a la Accademia Barocca Lucernensis, de la que es titular, un programa Bach con la Suite BWV 1068 y el Magnificat BWV 243.
Cómplice de la Fura
Ha dirigido también la Haydn Sinfonietta Wien, la Festival Strings Lucerne, la Orquesta de Cámara de España, la Joven Orquesta Nacional de España, la Orquesta Lírica Europea y el Collegium Musicum Madrid. Mantiene una vinculación artística con La Fura dels Baus, ejerciendo la dirección musical en algunos de sus proyectos. Entre sus objetivos figuran el rescate del patrimonio musical y la interpretación históricamente informada, con especial atención al repertorio del siglo XVIII, del que es especialista.
En la actualidad, está embarcado en el equipo del proyecto europeo de investigación Didone, en el ICCMU de la Universidad Complutense de Madrid, que explora la expresión musical de las emociones en las óperas de dicha centuria, sobre un corpus de 900 obras de 300 compositores, basadas en los 27 libretos escritos por el poeta Pietro Metastasio (1698-1782).
Hemos de destacar que Illán posee, con batuta o sin ella, un gesto musical y unas maneras ágiles y expeditivas, no exentas de una connatural elegancia. Una de sus mayores virtudes es la de buscar y frecuentemente conseguir los adecuados planos, resaltar las voces principales, remarcar los contrapuntos y pintar con habilidad los distintos paisajes sonoros sin aflojar el pulso. Son cualidades que esperamos vuelva a poner sobre el tapete en el atractivo concierto programado por el FIAS en Madrid, en la Basílica Pontificia de San Miguel. Músicas sacras del siglo XVIII de los Reales Sitios a partir del proyecto de investigación avalado por el ICCMU.
La sesión se desarrollará bajo el epígrafe Senderos del alma e incluirá composiciones de Francesco Corselli, Antonio Ugena, Antonio Soler y Jaime Ferrer, todas ellas estrenos en tiempos modernos, lo que hace especialmente atrayente la cita, en la que además intervendrá como protagonista vocal la soprano de Mérida María Espada. Alumna en tiempos de Alfredo Kraus y de Mariana You Chi You. Posee una voz de lírico-ligera dotada de carne, de entidad, de cuerpo, que maneja con una técnica probada y eficaz, lo que le otorga prestancia y seguridad. De espectro satinado y afinación impecable, se desenvuelve sin problemas sobre todo en los repertorios barroco y clásico, con magnífica desenvoltura en agilidades (trinos, escalas, ataques, saltos interválicos, vocalizaciones del más diverso signo) y el empleo, cuando a cuento viene, de sonidos fijos.
En el grupo instrumental que ocupará los atriles en tan jugosa reunión figuran músicos de altura. Mencionemos algunos: los violinistas Ricardo Renart (concertino), Paula Pérez o Ignacio Ramas; la violista Lola Fernández; el chelista Guillermo Turina; el clavecinista Daniel Oyarzábal; y el laudista Miguel Minguillón.