Afortunadamente cada vez son más las iniciativas privadas y públicas, a veces en loable colaboración, que van surgiendo en el devenir de nuestra música, especialmente en el ámbito de la antigua y barroca. Por ejemplo, este miércoles arranca el festival de Música Antigua Madrid, organizado y costeado por el ayuntamiento de la capital. Los conciertos tendrán cabida en la sala Guirau del Teatro Fernán Gómez. Encontramos entre los intérpretes algunas de las formaciones especializadas más reconocidas de las muchas y buenas que existen hoy en nuestro país. Como Academia 1750, que tocará una serie de obras acogidas al epígrafe Musicisti B. Conti y Hasse.
Al frente de sus valiosos instrumentistas y junto a la soprano Jone Martínez se situará el siempre competente y estajanovista Aaron Zapico, que se sentará también al clave y que estará presente asimismo en el concierto de su grupo habitual, Forma Antiqva, que recoge el modelo del famoso Café Zimmermann de Leipzig, que hospedaba en el siglo XVIII los conciertos del Collegium Musicum, la orquesta de Telemann. En sus atriles y con el violinista Daniel Pinteño como adalid, obras del citado compositor.
Forma Antiqva recreará el modelo del famoso Café Zimmermann de Leipzig, que hospedaba a Telemann en el siglo XVIII
Anotamos a continuación una sesión de lo más original con la intervención del grupo Hippocampus, muy activo con la guía del clavecinista Alberto Martínez Molina. Bach –especialidad del conjunto– será el protagonista absoluto. Pero se anuncian sorpresas, traducidas en la presencia de la bailarina Karen Lugo y el flautista y saxofonista Jorge Pardo, un jazzista de primera, Premio Nacional de las Músicas Actuales. Se escucharán improvisaciones entre barroco, flamenco y jazz en un proyecto que se propone romper los prejuicios y abrir el camino hacia nuevos sonidos.
También habrá danza en la actuación de Trifolium, enmarcada en la leyenda El cuarteto de cuerda en el Madrid de Carlos IV, que acoge la presencia de bailarinas de la compañía de David Vilarinyo. Se recurre a músicas de compositores que trabajaron en la Corte madrileña del monarca borbón: João Pedro Almeida Mota, Luigi Boccherini y Gaetano Brunetti. Muy curiosa también la cita con la Capilla Jerónimo de Carrión, que bajo la dirección de la experta laudista y musicóloga Alicia Lázaro y el lema La gracia de la palabra ofrece un espectáculo literario musical en el que el actor Pepe Viyuela recitará versos de San Juan de la Cruz, Garcilaso y Santa Teresa al tiempo que se escucharán piezas de los cancioneros de Segovia y Palacio y madrigales en la voz de la soprano Delia Agúndez.
Aún hemos de hablar del concierto del guitarrista Enrike Solinis y su grupo Euskal Barrokensemble, que ofrecerán danzas barrocas: canarios, fandangos, pasacalles, cumbés de las Américas y de África. Partituras de Sanz, Falla, D. Scarlatti, Cantemir, Matteis, Pérez de Albéniz, Santa Cruz. Y, por supuesto, del de Musica Alchemica con la violinista Lina Tur Bonet al frente en un programa titulado La Bellezza con músicas muy variadas: Marini, Uccellini, Falconiero, Buxtehude, Weichlein, Schmelzer, Von Westhoff y Biber, base casi todas de un hermoso CD muy premiado.
A todo ello sumamos las veladas a cargo del grupo de flautas Windu, en una propuesta muy original (Wind-En busca del viento), y la del grupo cubano Ars Longa de la Habana, que brindarán sones de la América caribeña (Gulumbá Gulumbé. Resonancia de África en el Nuevo Mundo).