Gustavo Santaolalla: "La música es buena o mala, no hay géneros"
El argentino, de 71 años, regresa a España en una serie de conciertos que sirven como repaso a una carrera ecléctica y llena de éxitos.
28 junio, 2022 02:57Su primera guitarra se la regaló su abuela, cuando él tenía cinco años. Se puede decir que acertó. A día de hoy, Gustavo Santaolalla (El Palomar, Buenos Aires, 1951), es un músico con una carrera a sus espaldas que resulta difícil de repasar. Tanto por la cantidad de premios obtenidos como por la variedad de ramas que ha tocado: del rock al tango, de las bandas sonoras al folk, de la producción a los conciertos en directo, y del banjo a la percusión.
Entrevistado por EL ESPAÑOL habla de cómo, cinco años después de recibir aquel obsequio en forma de instrumento, su vida cambió. Una de las anécdotas que comparte a menudo es el momento en el que su profesora de música desistió de seguir enseñándole, asegurando que no estaba a la altura del oído de Santaolalla: "Cuando ella se fue, es cuando yo empecé a escribir mis primeras cosas. Y es cuando tuve mi crisis espiritual. Porque yo fui criado católico y quería ser sacerdote cuando era muy chico. Y a los diez, once años, tuve una crisis espiritual muy fuerte". "Dejé todo eso y empezó la conexión", cuenta el artista argentino.
El ganador de dos premios Óscar por la composición de las bandas sonoras de Brokeback Mountain y Babel regresa ahora a España para dar tres conciertos como parte de su gira 'Desandando el Camino'. El primero tendrá lugar este jueves 30 de junio en el Real Jardín Botánico de Madrid. Le sigue otro el 3 de julio en Ourense y su actuación en el Casino de l'Aliança del Poblenou de Barcelona será el día 7.
Más de 50 años de música
Los tres eventos servirán como revisión de una trayectoria que va desde sus primeros pasos con Arco Iris, que fundó con 16 años, hasta su banda actual, Bajofondo. Entre medias, algunas de las composiciones para películas que le han valido premios y reconocimiento fuera del rock, además de la música creada para los videojuegos de 'The Last of Us', que le abrieron a un nuevo público.
Para él, es la primera mirada hacia atrás de su carrera: "Surge en un momento especial de mi vida. Yo, analizando un poco mi carrera, siempre he estado mirando hacia adelante, buscando nuevos desafíos. Y tratando de no quedarme en mi zona de confort, sino de alguna manera moverme y tratar de enfrentarme a cosas que implican riesgos. Y nunca mirando hacia atrás. Nuevas cosas, nuevos desafíos".
Analizando la diversidad de sus trabajos, asegura que tiene su origen en sus propios gustos: "Tengo un gusto muy ecléctico y si ves mis producciones de discos de más de 100 álbumes van desde grupos como Molotov o Café Tacvba al Kronos Quartet y de música de Bajofondo al Café de los Maestros, por ejemplo, que involucra a grandes maestros del tango, de la época de oro, del tango de los 40 y de los 50".
"Realmente me gusta mucho toda la música. La música se divide en dos categorías para mí: buena o mala. No hay géneros. Me preguntan por el reguetón, que lo hay malo, pero bueno también. Y cumbia villera, que es un género que se hace en mi país, en los lugares más carenciados, en las villas de emergencia y lo llaman cumbia villera. Y hay cumbia villera mala y hay cumbia villera muy buena también. Y hay música alternativa muy mala también. Por el hecho de que sea alternativa, no quiere decir que sea buena. Me gusta todo tipo de música y expresión y esto me da la posibilidad de presentar mi música de una manera diversa", defiende Santaolalla.
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El músico argentino ya estuvo en España el pasado septiembre, acompañado de una orquesta en varios conciertos. Pese a las cualidades intrínsecas de lo que permitía esa clase de formación musical, su alma más rockera salió en ciertos momentos de las actuaciones. Él cree que en los conciertos de esta nueva gira va a pasar "a la inversa" porque tendrá temas que son orquestales, que van a interpretar con una banda: "Hay miedo, pero me encanta eso, me gusta mucho esa posibilidad y esa diversidad".
Varias generaciones
Esa peculiaridad de su música hace que en sus conciertos haya gente de todas las edades: "De 14 o 15 años hasta gente de mi edad y más grande también": "Lo que ocurre también es que la gente, en general, la gran mayoría, conoce algo de mi vida: hay unos que conocen 'Mañana Campestre', las cosas de 'Arco Iris'; hay otros que conocen las cosas de los 80, 'Ando rodando'; hay otros que conocen la música de la película; hay otros que conocen el videojuego".
Cuenta cómo, en ese sentido, es muy diferente a otros conciertos donde un artista trata de promocionar sus nuevos temas: "Es un poquito como cuando tú vas a ver un concierto de un artista. Generalmente conocés toda la música. Y cuando toca una nueva o dos nuevas decís 'bueno, ya, a ver, tocad otra vez las que conozco'. Acá son todas nuevas. Para el público común por ahí hay dos que conoce y el resto es nuevo. Entonces tienes, con esa demografía tan ancha y amplia, gente que se está asomando a música nueva en un lapso de una hora y pico o casi dos horas".
Santaolalla explica que comenzó a ejercer de productor, por lo que acabó siendo muy reconocido, porque no había en aquel momento productores de música alternativa "No creo que ni existiera la palabra música alternativa", explica. En esa labor se ha desenvuelto para trabajar junto a grupos y artistas como Café Tacvba, Jorge Drexler, Julieta Venegas o Juanes.
Siempre seguía buscando nuevos retos hasta que "llegó un momento que cambió": "Hace unos años, por distintos motivos: algunos muy personales y otros también, que tienen que ver un poco con la edad, con el hecho de que iba a ser abuelo. Y esa fue la excusa para hacer algo que nunca había hecho antes, que fue apretar el botón de pausa. Y dije: bueno, a ver cómo es que llegué hasta acá. Vamos a mirar y vamos a ponernos. En vez de cerrar el armario y empujar todo lo que hay dentro, vamos a abrir la puerta y vamos a mirar, a sacar todo. Entonces empecé a revisitar mi historia y mi vida a través de mis canciones y de mi música".
Más allá de las modas
En ese momento describió "cosas muy lindas y muy interesantes": "Por ejemplo, el hecho de la atemporalidad de mucha de mi música, que creo que es a lo que cualquier artista aspira. Uno como artista aspira a hacer una obra que de alguna manera tenga permanencia. Que no esté ajustado a nada más que a un ritmo de moda, digamos, o a un estilo de moda. Aunque en cierta manera es inevitable, porque inclusive la tecnología te lo indica".
En medio de ese viaje a su pasado le extrañó encontrar canciones suyas que a día de hoy siente como actuales: "Uno de los temas del concierto que se llama ‘Canción de cuna para un niño astronauta’ forma parte del primer álbum de Arco Iris que saqué en el año 1969, en mono, que ya está relanzado en vinilo. Y ahí está dibujado todo el plano de mi carrera. Ese tema es de una modernidad, tiene una secuencia de acordes y una estructura y un armado que yo no entiendo todavía hasta el día de hoy cómo hice eso a los 17 años. No lo entiendo, es moderno ahora. Tiene esa condición de ser perenne. Su modernidad será siempre".
Como parte de la gira, se incluyen canciones que nunca había tocado en directo hasta ahora. Temas que compuso para sus álbumes en solitario lanzados durante 30 años, para los que no tuvo tiempo de realizar giras o promocionar. "Nunca toqué 'Ronroco' en vivo, nunca toqué las canciones de Santaolalla ni de 'Gas' en vivo. Y sentí que era el momento de hacerlo. El de ahora es un concierto muy personal, muy de mi vida", asevera.
Durante todo ese tiempo sus trabajos fueron muy variados. Él defiende que los retos son su "gasolina" y que "para mantener una carrera un artista tiene que tener la capacidad de reinventarse": "Yo tengo un tema, que no hago en el recital, que dice 'cambiamos hoy para ser siempre los que fuimos'. Creo que lo interesante es la capacidad de reinventarte sin perder tu identidad". En ese sentido, cree que The Beatles son un ejemplo muy sencillo y muy práctico por su capacidad de absorber otros estilos.
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Ese concepto de identidad que menciona es uno de los que más le han marcado, tratando siempre de "difundir" el movimiento del rock que se produjo en Latinoamérica en sus inicios para ponerlo donde él cree que merece estar. Es algo que hizo también con la discográfica Surco, argumentando que tenían una "realidad sociopolítica" que les daba "un contexto increíble para crear música".
Latinoamérica en el foco
"Y mucho del rock que se hace en Latinoamérica tiene más voltaje que el que se hace en Estados Unidos o en Inglaterra. No todo, pero mucho. Lo de Inglaterra, de Estados Unidos tiene sabor a reciclado y mucho de lo nuestro, de Latinoamérica tiene una cosa nueva", explica Santaolalla.
Preguntado por si ve ese sentido de la identidad en España, cuenta cómo le costó entender que muchísimos grupos de España cantasen en inglés: "Cuando vino ya el destape y todo empezaron a salir Los Toreros Muertos y un montón de grupos que ya empezaban como El Último de la Fila. Estos tenían identidad y creo que hoy en día hay un tipo como Tangana o Rosalía. Son gente que agarra cosas de un lenguaje que puede ser mundial, pero que le ponen una identidad total española. Y a mí eso me encanta. Me parece alucinante. Me parece que precisamente en este momento España, y con esos artistas en particular, está viviendo un momento muy groso. Bueno, yo soy fan también de la Mala, a la que conozco desde hace un montón de tiempo".
Ahora vuelve precisamente a España para retomar una gira que comenzó en Argentina, Chile, Ecuador, Colombia... Los conciertos se vieron interrumpidos por la pandemia. Y, tras retomar las actuaciones con público, tocó en el Royce Hall de la UCLA, en Los Ángeles. Los conciertos en Madrid, Ourense y Barcelona los considera muy especiales porque ve España como algo "muy querido y muy cercano": "Me apellido Santaolalla y tengo una conexión muy fuerte con España. Adoro España y me encanta. La posibilidad de poder llevar esto y presentarlo allí es maravilloso".