Este año, el cada vez más variopinto, bien provisto y planificado Festival de Granada lleva como lema la expresión ‘Universos vocales’. Y no está pensada a humo de pajas, sino que se fundamenta con propiedad en algunas de las líneas básicas de una programación que tiene, cierto es, otros y muy diversos anclajes.
Hemos de comentar aquí cuatro sesiones en las que la voz humana resplandece y se hace protagonista. Dos de ellas giran en torno a la de la ya veterana soprano rumana Angela Gheorghiu (Adjud, 1965), parece que algo oscurecida en los últimos años. Actuará el día 15 de julio junto al pianista Jeff Cohen cantando un programa de lo más variado, en el que su voz volverá a atraernos por sus dulces reflejos, su satinada encarnadura y su flexibilidad y dominio de una técnica bien ahormada y manejada.
Empezará muy mansamente con la célebre arietta de Giuseppe Giordani Caro mio ben y seguirá con piezas de similar signo de Paisiello, Donizetti, Tosti y Respighi. Después, un giro al romanticismo alemán con Schumann y Strauss y un paso hacia el este con Rajmáninov. A continuación, salto casi mortal hacia la Francia del XVIII con Lully, Martini y Massenet y, como colofón del recital (bises aparte), en el que Cohen tocará algunas piezas a solo, y tras unos aires populares rumanos de Brediceanu y Stephänescu, la soprano interpretará una de las más hermosas canciones de Bellini, Vaga luna, che inargenti y Je te veux de Satie.
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Reencontramos a Gheorghiu días después (19 de julio) junto a la Orquesta Joven de Andalucía bajo el mando de Víctor Pablo Pérez, que ofrecerán como cierre un miura cual es la Sinfonía nº 5 de Mahler. Antes acompañarán a la diva en arias de óperas de Puccini: Manon Lescaut, La bohème, Tosca, Madama Butterfly y Gianni Schicchi.
Entre medias, tendremos la oportunidad de escuchar otra voz singular y bien distinta, la de la mezzo lírica checa Magdalena Kozena (Brno, 1973), en un concierto que penetra en las entrañas del barroco y en el que participará La Cetra Barockorchester de Basilea con Andrea Marcon (hace años titular de la Orquesta de Granada). El primer apartado lo ocupan en su totalidad las arias que en la ópera Alcina de Haendel canta la hechicera protagonista; un pequeño recorrido que dará lugar sin duda al lucimiento de la mezzosoprano, siempre flexible y alada. En la segunda parte, Marcon y su orquesta nos ofrecen diversas piezas instrumentales del barroco italiano: Geminiani, Corelli, Veracini.
Completa el trío de féminas la soprano lírico-ligera granadina Mariola Cantarero (1978), siempre ágil, dispuesta, refrescante y pinturera, que ofrece, con la participación del guitarrista flamenco José Quevedo ‘Bolita’ y el percusionista Paquito González, su particular visión de Poema en forma de canciones de Turina y las célebres Siete canciones populares de Falla. También se escucharán tres piezas de Ángel Barrios y dos temas originales del guitarrista sobre textos de Lorca. Una sesión de lo más atractiva y que presenta un juego vocal-instrumental de nuevo cuño (18 de julio).