El caso de Norah Jones (Nueva York, 1979) es uno de los más insólitos de la música reciente. Hija del sitarista Ravi Shankar (que pasó a la historia por enchufar a Los Beatles a la cultura india), es capaz de poner sobre su voz y su piano cualquier género que atraviese la Americana Music.
Desde el jazz al rock pasando por el country, su talento derrocha pasión por la música y, sobre todo, una fertilidad que no cesa, como prueba Play Along, el podcast en el que “cuelga” sus colaboraciones con artistas como su hermana Anoushka Shankar, el bajista Cat Popper, el cantautor Andrew Bird, el pianista Robert Glasper o el actor Seth MacFarlane. Lo que pueda ocurrir a partir de este viernes 21 durante su gira española tendrá el sabor especial de una música poliédrica, un estilo inconfundible que, al final, solo obedece a la llamada de un adjetivo: sofisticado.
Un festín de estilos
Abrirá la estadounidense sus comparecencias en nuestro país, bajo el título An Evening with Norah Jones, en el Cap Roig Festival de Palafrugell (21). Estará acompañada en el lance por la batería de Brian Blade, el bajo de Chris Morrisey , las guitarras, Pedal Steel incluida, de Dan Iead y el Hammond B3 de su pareja Peter Remm. Con esos mimbres el festín de estilos está garantizado.
Tras la localidad catalana quedarán dos “tardes” más para poner a prueba la salud de su repertorio: Jazzaldia en San Sebastián, el 22 de julio, y el Starlite de Marbella el 27. Entre uno y otro, el día 24, pasará por la localidad francesa de Marciac. Es este ir y venir una forma de no dejar un solo rincón de Europa sin su voz. Además, celebra este año los cinco Grammys que conquistó con Come Away With Me, discreto primer álbum publicado por Blue Note que llegó al gran público gracias al ‘boca a boca’ y a la precisa producción de Arif Mardin.
El repertorio se moverá especialmente entre los temas de su séptimo y penúltimo álbum de estudio, Pick Me Up Off the Floor (el último está consagrado a la “obligada” cita con la Navidad). Canciones como How I Weep, This Life, Flame Twin, Street Stranger, Say No More o Hurts to Be Alone podrían caer sobre el escenario de las tres citas hispanas. También alguna de Little Broken Hearts, quinto álbum de 2012 del que ha sacado recientemente una edición de lujo. Está considerado como una de sus entregas fundamentales.
En Blue Note
Jones nació en Manhattan, pero pronto se mudó con su madre a Texas, donde vivió y se formó hasta que, a los 20 años, volvió a Nueva York donde comenzó a tocar en pequeños clubes. En uno de esos conciertos Jones fue descubierta por un empleado del sello Blue Note y en muy poco tiempo había publicado ya el mencionado Come Away With Me (2002).
[Norah Jones, al pie de la letra]
Para la sorpresa de muchos, incluida la propia autora, este primer trabajo irrumpió con una inesperada fuerza en un mundo en el que la venta de discos estaban dominadas por artistas como Britney Spears y Cristina Aguilera. Ese primer disco vendió 27 millones de copias. Todo tan inesperado, rápido y abrumador, que fue difícil de digerir para una artista que acababa de llegar a la música profesional con apenas 22 años de edad y a la que, todavía hoy, no le gustan ni los flashes, ni los escándalos.
Con Herbie Hancock
Desde aquellos inicios, la cantante, pianista y compositora estadounidense ha seguido publicando discos y ha actuado en los escenarios más importantes de todo el mundo. Su versatilidad y su interés por otros géneros han llevado a Jones a colaborar con artistas y grupos como Willie Nelson, Foo Fighters, Herbie Hancock, Jeff Tweedy, Dolly Parton o Belle and Sebastian, por nombrar solo algunos de ellos.