Francesco Corselli (Parma, 1705-1778) fue uno de los más relevantes compositores italianos residentes en España a lo largo del siglo XVIII. Suyas son dos de las óperas más destacadas de esa época, Farnace y Achille in Sciro, la segunda reestrenada hace unos meses en el Teatro Real.



Estuvo al frente de la Capilla Real, formó parte de la Real Cámara y realizó una labor fundamental en la renovación estilística del repertorio litúrgico y en el afianzamiento de la ópera italiana en nuestro país.



Este disco, tan cuidadosamente editado e interpretado, nos trae cinco obras vocales a solo del compositor, en primera grabación mundial, y un Concertino a cuatro. Aquellas tienen distinto carácter. Por un lado, dos Lamentaciones, del Miércoles y Jueves Santo; por otro, dos Antífonas Marianas, Regina Caeli y Ave Regina.

Dixerunt

Francesco Corselli

Director: José Antonio Montaño. Orquesta: La Madrileña. Sello: Sony Classical. 17,99€

En tercer lugar, el Responsorio a Santa Cecilia, modélica, variada y efusiva composición con viola obbligato, que mantiene un hermoso dúo con la voz de contratenor en este caso y que supone uno de los momentos más bellos del CD, ya que se juntan las calidades de la instrumentista, Aglaya González, de sonoridad acariciadora, y del cantante, siempre adornado de un timbre penumbroso, de una línea expresiva e impoluta, de un registro modal ejemplar y de un fraseo elegante y señorial.



Carlos Mena exhibe sus credenciales en las demás obras con su protagonismo, vocaliza ágilmente, con trinos en ocasiones algo desdibujados; y siempre sostenido por el valioso conjunto que gobierna José Antonio Montaño, que extrae vida, colorido y aire contagioso, con mimbres de gran calidad, de las demás composiciones: una muy bien dibujada rítmicamente Sinfonía en Sol mayor y un Concertino en la misma tonalidad, que habríamos preferido fuera tocado con mayor impulso, de Sammartini.



Escuchamos asimismo un Concertino en Re mayor de Corselli y un sorprendente y vivaldiano Concierto para dos violines del virtuoso Mauro D’Alay, amigo de la princesa Isabel de Farnesio, figura básica para la música de esa época. Lo tocan impecablemente, bajo la batuta de Montaño, Maxim Kosinov e Ignacio Ramal.

Estupendos comentarios en el cuadernillo de Judith Ortega y grabación de excelente calidad.