Las baterías de cañones encaramadas en el fuerte del cabo Enderrocat defendían la bahía de Palma de Mallorca de visitas inesperadas. Asomadas a la costa, estaban preparadas, desde su instalación a finales del siglo XIX, para hundir bajo una severa lluvia de obuses a cualquier embarcación que se atreviera a aparecer con intenciones sospechosas. 

La bahía mallorquina nunca necesitó del amparo de aquellos cañones, que jamás estallaron en el ejercicio de ninguna batalla, quizás gracias a la fuerza de disuasión, o tal vez porque ninguna guerra puso su ojo en ella. El fuerte pasó a ser un campamento de reclutas a mitad del siglo XX, para más tarde convertirse en 1970 en una prisión de suboficiales y, por último, ser comprada por una entidad privada en 1996, que la rehabilitaría para transformarla en el hotel Cap Rocat

El reacondicionamiento del fuerte, que para entonces se encontraba en ruinas, corrió a cargo del arquitecto Antonio Obrador. El resultado fue la creación de un hotel respetuoso tanto con el entorno como con la esencia del edificio original, construido a partir del marés, una roca sedimentaria típica de las islas baleares. El proyecto obtuvo en 2017 el premio de Patrimonio Cultural de la Unión Europea en reconocimiento a su originalidad y sostenibilidad. 

Entrada de Cap Rocat. Foto: Hotel Cap Rocat

Desde el año 2021, el hotel  acoge en su seno el Festival Cap Rocat, un evento que se ha consolidado en los últimos años como una de las citas veraniegas de mayor relevancia dentro del panorama de la música clásica. Muestra de su éxito y crecimiento es que en 2023 amplió la duración de una sola jornada a tres. Gracias a iniciativas como esta o el recientemente finalizado Atlántida Film Fest, Palma de Mallorca se postula como uno de los principales centros nacionales de promoción de la cultura.  

A partir de entonces, la fortaleza que jamás claudicó bajo la artillería de ningún enemigo, queda rendida ante las voces e interpretaciones de figuras de primerísimo orden en el plano internacional. Artistas de la talla de la soprano Sondra Radvanovsky o el tenor lírico Michael Fabiano se reunieron en las ediciones anteriores. 

Este año, además de Radvanovsky, que repetirá en el festival, acudirán a la cita el tenor Jonas Kauffman, el pianista Mikhail Pletnev, la soprano Lisette Oropesa y los directores Pablo MielgoMarco Armiliato. Además, se contará también con la presencia de la Orquesta Sinfónica de las Islas Baleares y el Coro Festival Cap Rocat, una iniciativa que nace como apoyo al talento joven. 

El festival lo inaugurarán el 2 de agosto Kauffman y Radvanovsky con Amor y Odioun concierto en conmemoración de la muerte de Giacomo Puccini. Bajo la dirección de Marco Armilliato y acompañados por la Orquesta Sinfónica de las Islas Baleares y el Coro Festival Cap Rocat, la soprano norteamericana y el tenor alemán interpretarán piezas de algunas de las óperas más famosas del legendario compositor, como Turandot, Tosca, Madama Butterfly o Cavalleria Rusticana.

Al día siguiente será el turno del recital de piano del ruso Mikhail Pletnev, que interpretará obras del célebre Fryderyk Chopin. El aclamado pianista, director y compositor promete una noche de música al más alto nivel en el ambiente íntimo de la Sala de Conciertos de Cap Rocat. 

Por último, el festival cerrará su cuarta edición con un recital de la soprano Lisette Oropesa que, junto a la Orquesta Sinfónica de las Islas Baleares y bajo la batuta de Pablo Mielgo, interpretará distintas obras de compositores como Offenbach, Verdi, Bellini o Rossini

Cap Rocat es una antigua fortaleza donde cada año y durante tres días de verano, en lugar de tropas, se acuartelan músicos de talla mundial. No retumban cañonazos entre esas murallas, sino las voces de los más grandes. ¿Por qué repeler al enemigo con proyectiles, cuando se les puede conquistar por la gracia de la música?