Maika Makovski publica 'Bunker Rococó'. Foto: Noemí Elías

Maika Makovski publica 'Bunker Rococó'. Foto: Noemí Elías

Música

Maika Makovski, música de autor contra el algoritmo: "Los promotores ya solo se fijan en los 'likes', es aterrador"

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Maika Makovski (Palma de Mallorca, 1983) no hace distinciones entre géneros musicales, ni entre lo popular y lo experimental, ni entre violines y sintetizadores. Acaba de publicar el disco Bunker Rococo (Cultura Rock Records), y durante su composición se acordó "muchísimo de Purcell", uno de los compositores más importantes del barroco inglés. Pero esa influencia ha convivido con la banda sonora de Blade Runner, con un preludio de Chopin y con canciones de los primeros discos de Prince. "Todo eso danza al mismo son en mi cabeza, porque es la música que me gusta", explica la compositora, instrumentista y cantante a El Cultural.

Este nuevo álbum es fruto, como su nombre indica, de un aislamiento creativo (el búnker), y de "ese lienzo en negro que es encerrarte en tu propio universo" aflora una vida exuberante, extravagante (lo rococó) que se plasma en las 11 canciones del álbum, "bastante expeditivas y llenas de giros inesperados".

Al mismo tiempo, si hacemos una "lectura sónica" del título, "el búnker representa el rock, lo crudo, lo eléctrico, los sintetizadores; y el rococó alude a esas ganas que tenía de hacer desarrollos más propios de la música clásica, con instrumentos clásicos que se dan la mano con esos otros instrumentos contemporáneos. Quería que todo convergiera de la manera más natural posible, como si todo perteneciese a la misma era o al mismo género musical".

Makovski, mallorquina de madre andaluza y padre macedonio, ha pasado 29 de sus 41 años componiendo canciones. "Tengo un poquito de oficio, así que sé reconocer cuando una canción tiene algo mágico, como si se hubiera habierto un canal entre el universo y tu ser". Si la canción no lo tiene, la descarta. "Para este disco escribí mucho, muchísimo, y descarté muchísimas canciones. Tenía un cartapacio entero lleno de letras".

La riqueza instrumental del disco, que combina momentos de sencillez con grandes arreglos en los que dialogan numerosos instrumentos, se ve reforzada por una exquisita producción a cargo de Ali Chang (que ha trabajado con Yard Act, Perfume Genius y Aldous Harding, entre otros) en los estudios The Playpen de Bristol. Ya había trabajado con él como ingeniero de sonido en los discos que le produjo John Parish (conocido sobre todo por sus trabajos con PJ Harvey, cantautora con la que la propia Makovski fue muy comparada en sus inicios), pero en esta ocasión Chang se ofreció también a producir el disco. "La verdad es que me lo encontré en un momento en el que me hacía mucha falta. Necesitaba tener compañeros y salir de la soledad que conllevaba el proceso de composición y maquetación de las canciones. Lo hice todo muy sola y necesitaba contrastar mis ideas con otra persona en lugar de que rebotaran entre las paredes de mi cráneo", confiesa.

También destaca la inclusión de compases irregulares inspirados en la música folclórica macedonia. Empezó a interesarse en serio por esa herencia cultural ya en la treintena, pero una vez que lo hizo, algo de esa música la tocó "profundísimamente". Hizo incluso un espectáculo titulado Carmenka —"por mi abuela Carmen y mi abuela Menka", explica— en el que participaban músicos e instrumentos españoles y macedonios.

Ese legado lo ha incorporado "de manera natural" a sus canciones, "sin que suenen a pastiche". "No he intentado hacer folklore; sigue siendo mi música de autor, pero asentada sobre ese gran pilar del ritmo tradicional". En Bunker Rococo podemos escucharlo en el compás de 7/8 sobre el que se construyen las canciones Muscle CarsSyrinx.

Las letras de las canciones, como en toda su carrera, están en inglés. "Escribo también canciones en español, pero cuando las canto me parece que no están a la altura de las que escribo en inglés. Es verdad que comparto mucha sensibilidad con el mundo anglo. Ojalá me salieran en español, me iría mucho mejor" (ríe).

En cuanto a la importancia que concede a las palabras de una canción, afirma: "La poesía es muy importante para mí. Y con poesía no me refiero a ser enrevesada ni muy metafórica. Para mí la poesía está en las frases más sencillas. Un 'te quiero', que puede ser algo muy trillado, según cómo se diga puede ser desagarrador. Para mí lo que hace que una canción sea potente de verdad es la conjunción entre la música y la letra. Eso no significa que podría sacar las letras de mis canciones en un libro de poemas, porque respeto mucho la poesía. Pero sí necesito que las letras puedan leerse sin la música y no den vergüenza".

Artista poliédrica

Makovski, hija de un músico profesional, aprendió pronto a tocar el piano, pero se dio cuenta rápidamente de que prefería componer sus propias canciones en vez de ejecutar las obras de otros. A los 14 años ya empezó a actuar en directo, en 2005 publicó su primer disco, pero fue con el tercero, el homónimo Maika Makovski (el primero que le pordujo Parish), con el que despuntó especialmente, obteniendo cinco nominaciones a los Premios UFI y realizando una gira por Londres, Nueva York, Chicago, Austin y varias ciudades de España.

Música polifacética, también ha hecho sus pinitos sobre las tablas del teatro bajo la dirección de Calixto Bieito. En el primero de ellos musicaba en directo los textos que recitaba Juan Echanove y en otro ponía música a los versos de Shakespeare, proyecto que le valió un Max a la mejor composición musical.

Maika Makovski publica 'Bunker Rococó'. Foto: Noemí Elías

Maika Makovski publica 'Bunker Rococó'. Foto: Noemí Elías

La tecnología, arma de doble filo

Maika Makovski fue la presentadora del programa La hora musa, el programa de entrevistas y música en directo de La 2 de TVE que se emitió entre 2018 y 2019, donde aparecieron algunos de los músicos más destacados del panorama nacional y artistas de renombre internacional como Franz Ferdinand, Jungle y Simple Minds.

"Fue un momento de revival de la música en directo en televisión. Además de La hora musa, estaban Un país para escucharloLate MotivSesiones Movistar+... Pero todo eso desapareció de repente, se esfumó, y volvió a quedar la gran nada, el desierto", recuerda Makovski. "Es una pena, porque, sobre todo en la televisión pública, no se está representando toda la música de calidad que se está haciendo en España. En el caso de nuestro programa, la pandemia no ayudó, pero además en la televisión pública cuando cambia un gobierno todo cambia muy radicalmente".

En cuanto al panorama actual de la música en España y los cambios que ha habido en la industria desde sus comienzos, Makovski considera que "se ha de ayudar más a las salas de conciertos, que son las que permiten que haya una diversidad musical mayor". En cambio, "tenemos una cantidad de festivales de verano desproporcionada y muchas bandas directamente hacen música para que funcione en ese contexto. Eso hace que la música sea mucho menos diversa de lo que debería ser", sostiene.

"Por otra parte, tengo la sensación de que España es un país en el que la música se utiliza de una manera extremadamente social, y eso también implica una descompensación, porque hay una parte íntima de la música que es maravillosa y que se obvia. Hay algo maravilloso en estar solo en tu casa, con los ojos cerrados, escuchando un disco de principio a fin, como hacíamos antes".

Además, Makovski opina que "la tecnología lo ha teñido todo", para bien y para mal. En el lado positivo, "ha democratizado las cosas, porque puedes hacer una canción, subirla y llegar a la gente. Cuando yo empecé, las discográficas tenían todo el poder. Si no eras uno de los elegidos, tenías que abrirte paso a machete. Ahora no necesitas intermediarios que te usen como un producto y metan las zarpas en tu ser y en tu música".

En el lado negativo, "ahora los promotores solo se fijan en las redes, en las escuchas, en los likes... Es algo un poco aterrador". Además, la obligatoriedad de estar en contacto continuo con la audiencia a través de las redes sociales "va en detrimento de la música al 100%". "Te obliga a pensar en cosas que para mí son indignas, como cuál va a ser tu siguiente foto. Es algo que te quita mucho tiempo que deberías estar invirtiendo en desarrollar tu arte. Además, las redes sociales no fomentan la mejor parte del ser humano, sino el egoísmo, el narcisismo, la falta de diálogo y la intolerancia".

La última gran tecnología que ha llegado para cambiarlo todo, la inteligencia artificial, es el tema de una de las canciones de Bunker Rococo, titulada precisamente "A.I.". La protagoniza un ser humano que, en un futuro no muy lejano, se siente obsoleto e  incapaz de seguirle el ritmo a la inteligencia artificial. "Why try? The world won't know if it's a replica or an original" ("¿Para qué intentarlo? El mundo no sabrá si es una réplica o un original").