Los 15 mejores discos internacionales de 2024: regresos legendarios y nuevas promesas
- Los álbumes de The Cure y Pearl Jam han sido de los más destacados del año, junto con los de promesas del rock como Fontaines DC y del pop como Charli XCX.
- Más información: Los 10 grandes hitos de la música y la ópera de 2024: maestros resistentes, voces con fulgor
Justo antes de cerrar el año, publicamos nuestra lista de los discos internacionales más destacables. Un 2024 que ha tenido la vuelta en formato discográfico de bandas y artistas legendarios como Pearl Jam, Nick Cave y Beyoncé y donde valores relativamente recientes como Charli xcx y Fontaines D.C consiguen revalidar su posición en la escena musical con trabajos valiosos y contundentes. También hay que destacar, un año más, la notable presencia femenina, con artistas como St. Vincent, Beth Gibbons o Hurray For The Riff Raff.
Mahashmashana, de Father John Misty
El último trabajo de Josh Tillman, bajo su alias de Father John Misty, vuelve a explorar los habituales temas de su carrera como la autoexploración, el existencialismo, la salud mental o su personal relación con la fama.
En esta ocasión añade nuevos sonidos funk a canciones como I Guess Time Just Makes Fools of Us All o descargas de rock vacilón en She Cleans Up, pero el romanticismo orquestal de la canción homónima que abre el álbum Mahashmashana te envuelve desde el primer minuto y no te suelta hasta la intimidad autoconsciente de Summer’s Gone, manteniendo al artista de Rockville como el compositor-crooner más molón y cínico de la escena musical.
Dark Matter, de Pearl Jam
Pearl Jam, la única banda superviviente de aquel mágico repoker noventero de Seattle formado junto a Nirvana, Alice in Chains, Soundgarden y Screaming Trees, sigue en plena forma, tal y como confirma su 12.ª disco de estudio.
Un regalo musical conformado por doce canciones que prácticamente desde el primer trallazo, Scared of Fear, no baja el pistón enérgico a lo largo del álbum. El sello inconfundible de las salvajes guitarras de Mike McCready está muy presente en canciones como Waiting For Stevie, Dark Matter o Running, mientras que la calidez característica de la banda en joyas como Wreckage y Got To Give demuestra que Pearl Jam, y concretamente su cantante Eddie Vedder (a sus 59 años), se ha convertido en la última gran banda de rock clásico norteamericana. Poder presenciarlo es algo de lo que podemos sentirnos muy afortunados.
Wild God, de Nick Cave
Nick Cave vuelve con renovadas fuerzas tras superar sus recientes tragedias personales, entregándonos, a través de diez excelentes cortes, el que probablemente sea el disco más luminoso y reconfortante de toda su carrera.
Las tres canciones que componen el extraordinario arranque del álbum, Song Of The Lake, Wild God y Frogs, son de lo mejor que ha hecho en mucho tiempo, revelando a un Nick Cave exultante y en plena forma y que, al igual que el power-gospel radiante y trascendental de Conversion, le acaban devolviendo al altar de predicador musical salvaje del que siempre formó parte.
Grabado en los espectaculares Miraval Studios de la Provenza francesa, el australiano nos da una lección artística y humana que sigue incidiendo en su ideario oscuro y luminoso, espiritual y pagano, íntimo y grandilocuente, capaz de revelar a partes iguales la alegría y la vida que pueden permanecer tras la devastación que puede suponer un duelo.
Hit Me Hard and Soft, de Billie Eilish
Había mucha expectación por saber como sería lo nuevo de Billie y, sin duda, Hit Me Hard and Soft ha resultado ser uno de los discos mas sorprendentes del año en el que la cantante de Los Angeles ha demostrado una tremenda madurez compositiva y vocal junto a su hermano Finneas.
Ambos son responsables de haber firmado algunas de las mejores canciones de este 2024, desde el juguetón rompepistas de Lunch hasta la belleza pop y la intimidad poderosa a flor de piel de joyas como L'Amour De Ma Vie, Birds Of a Feather o The Greatest. Y es que la asociación cualitativa de estos dos hermanos es, sin duda, una de las mejores noticias que pueda tener la música pop actual en una escena sobrada de proyectos artificiales carentes de personalidad.
Wall Of Eyes, de The Smile
El universo artístico-musical de esta banda va mucho más allá de un puñado de canciones, lo suyo es hacer arte con mayúsculas, sin prisas y sin complejos y ocupando todos los espacios que sean necesarios.
De tal manera que, una vez más, The Smile nos convencen sobradamente con un Wall Of Eyes que refleja estos tiempos de resiliencia, fortaleza y superación mejor que nadie y que le pide al oyente calma y, sobre todo, valentía. La cadencia hipnótica de Read The Room, la dulce caricia arrítmica de Friend Of a Friend o la apertura en canal de Bending Hectic demuestran que afortunadamente todavía queda mucha vida después de Radiohead.
Además a finales de este año nos sorprendieron sacando otro nuevo album llamado Cutouts, añadiendo una capa más de excelencia a una expresividad artística que parece no tener límites. En realidad somos muy afortunados de que Thom Yorke y Johnny Greenwood sigan encontrando placer en divertirse haciendo música juntos tras más de 30 años de asociación.
Romance, de Fontaines DC
La inmediatez de punk retro de su celebrado debut Dogrel (2019) inevitablemente ha quedado muy atrás en pos de un sonido actual mucho más elaborado y redondo. Y es que las 11 canciones que conforman su nuevo álbum Romance vienen bien cargadas de drama sonoro, guitarras acústicas, cuerdas y sonidos sintéticos.
Los dublineses han conseguido transmitir una vitalidad contagiosa en canciones como Favourite o Here’s The Thing que resuenan muy noventeras, mientras que las melodías de Bug, Sundowner o Death Kink suponen el mejor registro vocal alcanzado hasta el momento por su cantante Grian Chatten.
Con este disco, Fontaines D.C. reafirman con rotundidad su posición como uno de los grupos mas relevantes de esta década.
The Past Is Still Alive, de Hurray for the Riff Raff
A lo largo de su carrera, la cantante y compositora portorriqueña establecida en Nueva Orleans Alynda Segarra ha lidiado con una excelente clase y un gusto impecable a la hora de encuadrarse en estilos como el bluegrass, el folk ó el alt-country (como quedó demostrado en su lejano y bellísimo álbum My Dearest Darkest Neighbor).
Con el tiempo, sus composiciones han devenido en un sonido más actualizado y menos vintage a lo largo de sus últimos discos. Y es que parece que la extraordinaria voz y talento de Alynda no tiene límites ni complejos a la hora de cantar lo que se le ponga por delante, como en Snake Plant, Colossus Of Roads y Alibi que así lo certifican.
Las deliciosas y delicadas The World is Dangerous y Ogalalla cierran con brillante clasicismo el trabajo más maduro de la artista norteamericana.
All Born Screaming, de St. Vincent
Si en su anterior disco, Daddy’s Home (2021), St. Vincent se enfundaba la peluca rubia y nos envolvía con la cadencia funk, juguetona y sexi de sus canciones, en su nuevo trabajo All Born Screaming la cantante se sumerge en una narrativa sónica más oscura y contundente que se refleja perfectamente en las excelentes Flea y Broken Man a favor de un sonido más rockero (y en ocasiones hasta industrial) sin dejar de lado su particular groove habitual.
Un álbum autoproducido que supone un paso más en la carrera de esta inclasificable cantautora estadounidense que también consigue dibujar espacios extremadamente tenebrosos y confortables, a través de canciones como Hell Is Near o Violent Times y que al igual que la canción que da título al disco All Born Screaming acaban completando un particular y sorprendente viaje desde la oscuridad hacia la luz.
Songs of a Lost World, de The Cure
Han tenido que pasar 16 años de espera para escuchar las nuevas canciones de la legendaria banda británica. Y el resultado ha sido el de ocho pequeños apocalipsis sonoros —no aptos para todos los públicos— que, a través de sus resonancias emocionales, parecen dejar la sensación de estar ante lo que podría parecer su testamento discográfico.
La atmósfera oscura que tanto les identifica está presente desde el primer momento en Alone, mientras va recorriendo todo el álbum hasta llegar a la instrumental y estremecedora EndSong.
Una vuelta de tuerca sobre su propio sonido que queda también claro en los largos desarrollos instrumentales de Warsong o And Nothing Is Forever y sobre todo en la referencial voz de Robert Smith, aliado perfecto de pesadillas góticas y cronista experimentado en los mundos perdidos.
Brat, de Charli XCX
El sexto álbum de estudio de la artista británica marca un cambio de dirección tras su éxito comercial con Crash en 2022. Y es que las quince pistas que conforman Brat se revelan como el trabajo más personal y vulnerable de Charli XCX hasta la fecha, donde aborda temas como la inseguridad, la fama, las comparaciones con otras cantantes y sus dudas sobre el futuro.
Desde la energía frenética de Von Dutch, pasando por la transparencia ambiental de So I hasta el dinamismo pop de Rewind, el disco explora diversos estilos dentro de la música electrónica de baile. Para ello, Charli XCX recurre a sus raíces en la escena de clubes y a su colaboración con productores como A.G. Cook para crear un sonido que mezcla elementos de techno, electro e hyperpop a través de sintetizadores distorsionados, ritmos acelerados y voces procesadas.
Con más de diez años de carrera, la artista de Cambridge demuestra con Brat estar profundamente interesada en tomar riesgos y liderazgos mientras su figura dentro de la escena pop internacional no hace más que agrandarse.
Cowboy Carter, de Beyoncé
Reconozcamos que un disco de casi una hora y media de duración, formado por 27 canciones, que incluye innumerables guiños, samples y referencias, además de invitados de lujo como Dolly Parton, Willie Nelson, Miley Cyrus o Post Malone, y que por tener, tiene hasta un cover de Blackbird de The Beatles, no resulta del todo fácil de analizar.
Pero lo que si está claro es que la que la fuerza y el talento de Beyoncé resuena con fuerza en joyas como DAUGHTER, PROTECTOR, 16 CARRIAGES o II MOST WANTED, mientras que el enérgico country de TEXAS HOLD'EM y BODYGUARD se postulan como nuevos hits incontestables al repertorio de la cantante de Texas.
Un disco que quizá si tuviese menos carácter megalómano y mas intimidad podría haber resultado más acertado, pero que se encuentra por meritos propios, entre lo más relevante de la carrera de la cantante de Texas.
Lives Outgrown, de Beth Gibbons
El primer disco de la ex cantante de Portishead se ha hecho esperar. Y es que tras 10 años preparándolo con calma mientras trabajaba en otros proyectos, las 10 canciones que acaban componiendo este Lives Outgrow siguen manteniendo intacta la clase y el particular talento de la artista británica.
Su característico lamento aterciopelado y tortuoso sobrevuela todo el álbum y continua intacto en cortes como la estremecedora Whispering Love, así como en Tell Me Who You Are Today o Lost Changes. Y los paisajes intimistas de corte dramático que dibujan canciones como Oceans, For Sale y la belleza retro de Beyond The Sun redondean un estupendo viaje personal de una artista que lleva encogiendo corazones a flor de piel desde la década de los noventa.
Where's My Utopia?, de Yard Act
En su segundo disco, los británicos de Leeds se abren a algunas influencias de música negra como el hip-hop, R&B, soul, funk y disco, empacada en manos de una producción de Remi Kabaka Jr., artífice del sonido de la banda Gorillaz.
Guiados por un espíritu creativo muy festivo y bailongo, Dream Job ha sido, sin duda, uno de los temas mas bailados de este año con diferencia, mientras que The Undertow, Petroleum y When The Laughter Stops desprenden un alegre desenfado en un álbum que aunque no acabe resultando un disco memorable si que lo convierte en una experiencia irreverente y ciertamente festiva. Y eso, como diría alguien, no es cosa menor…
No Name, de Jack White
Jack White sigue a lo suyo. Su rock guitarrero y salvaje, contundente e insobornable le sigue manteniendo como figura fundamental de referencia en el rock del siglo XXI.
Sus derivas garageras, blueseras, o lo que se le ponga por delante, le continúan llevando a una libertad estilística que siempre resuena auténtica y poderosa como en los dos cortes que abren el album Old Scratch Blues y Bless Yourself así como el bluegrass vacilón y marca de la casa de Underground.
En definitiva, 13 canciones donde se puede apreciar perfectamente lo bien que se lo pasa el músico de Detroit junto a su contundente acompañamiento musical y que acaba haciendo disfrutar por igual a cualquier oyente dispuesto a participar.
In This City They Call You Love, de Richard Hawley
Después de casi un cuarto de siglo de trayectoria en solitario, pocas novedades trae el nuevo trabajo del bardo de Sheffield, pero eso no quiere decir que las maravillosas doce canciones que contienen este álbum no sigan emocionando a través de las reconfortantes melodías que el autor tan bien domina desde hace años con sus habituales trazos añadidos de crooner y de country.
Aquí resuenan canciones tan bonitas y familiares como Prism In Jeans, así como las melancólicas Heavy Rain, Hear That Lonesome Whistle Blow o People. Un elepé que también mantiene el interés a base de algunas piezas inmediatas y algo diferentes del tipo de Deep Space, Have Love o Two For His Heels, confirmando la sensación de que el mundo continua necesitando de mas artista sinceros y reconfortantes como Richard Hawley. Sus canciones siguen siendo perfectas para escuchar a la luz de luna.