Jordi Savall, con su lira de arco, su rabel y su rebab, y su inseparable percusionista Pedro Estevan, han dado forma en los últimos tiempos a una sesión del más alto interés que lleva por título Oriente-Occidente. Diálogo de las Almas (músicas instrumentales de la antigua Hispania cristiana, judía, musulmana, de la Italia medieval y otras partes del mundo, hasta Afganistán).
Los dos intérpretes, que trabajan juntos desde hace lustros, están perfectamente acoplados, algo que se ha de evidenciar de nuevo en el curso de este viaje en el que pergeñan un paisaje de innumerables colores, pese a lo que se pudiera suponer dada la similitud de los timbres y la aparente monotonía de las piezas. Saltaremos de una marcha fúnebre bereber a una danza bizantina y aplaudiremos el famoso Lamento de Tristano procedente de la Italia del siglo XIII o las páginas de Alfonso el Sabio.
Todo ello en el concierto que abre este domingo la segunda edición del ciclo Círculo de Cámara del Círculo de Bellas Artes que dirige Antonio Moral y que acumula otras propuestas, como la de la integral de los Cuartetos de Shostakovich a cargo del Mandelring, la del pianista Anderzewski con Bach o la de la mezzo Vivica Genaux.