Lo primero que gusta de este disco es el sello. Se trata de un disco español, producido por la Fundación Autor (que es la cara gastadora de la recaudadora SGAE), con música de Joaquín Homs, el vicedecano de los compositores españoles (su tocayo Rodrigo sigue siendo el decano), interpretada por músicos españoles y acogido por un sello internacional como Decca. No me hago muchas ilusiones, pero por muy desganadamente que se distribuya, mejor estará el disco en los estantes de las tiendas que en algún almacén municipal o ministerial, donde tantos discos reposan empolvados. Homs, el alumno de Gerhard, representante de esa variedad luminosa y sureña del serialismo, no tiene la vena chispeante y popular de su maestro, pero su música tiene a cambio una férrea solidez constructiva. El disco se disfruta, en gran medida, porque está interpretado con talento y entusiasmo. El trabajo de Temes, batuta en mano o en la mesa de mezclas, es espléndido. Al Grupo Círculo se añaden el Pomorksi y el Manón. Entre todos completan una grabación modélica que rinde al nonagenario maestro el homenaje que merece.