Discos

Les introuvables D"Aldo Ciccolini (Grabaciones realizadas entre 1956 y 1954).

4 CD"s EMI 5 73595 2 ADD

20 febrero, 2000 01:00

Nacido en 1925 en Nápoles, Aldo Ciccolini es un pianista sobrio, de segura técnica, juego sutil y fiable, maneras discretas y reflexivas, que hizo carrera en Francia tras ganar en 1949 -por delante de Boukoff, Wayenberg, Badura-Skoda o Barbizet, instrumentistas de cierta consideración- el concurso Marguerite Long. Allí, en París, se quedó y desde allí se movió y creó una escuela muy concurrida durante años hasta que una enfermedad le obligó a dejar la docencia.

El caso de Ciccolini no es el único de pianista serio, formal, estudioso y profesional que queda oscurecido bajo la luz de neón desprendida por otros artistas de mayor resplandor, por virtuosos más declarados, movidos a veces, ya se sabe, por la más descarada publicidad. Pero este italo-francés posee un estilo sutil y convincente, equilibrado y preciso. Durante varios años, en los cincuenta y sesenta sobre todo, fue asiduo visitante de nuestro país. Se le recuerda, por ejemplo, en el Teatro Real, en una magnífica sesión presidida por los Cuadros de una exposición de Musorgski, de los que hacía una muy sentida y vitalista recreación.

Esta recopilación de EMI recoge un buen puñado de estupendas interpretaciones que revelan el eclecticismo del artista que, sin especiales alharacas, era capaz de enfrentarse, con resultados más que encomiables, a compositores tan dispares como Satie -de quien grabó la primera y quizá insuperada integral-, Chabrier, Grieg, Scarlatti, Rossini o Schubert, de cuya Sonata póstuma D. 960 realiza una versión espléndida, equilibrada entre lo trágico y lo danzable. El control del ritmo en el Allegro final es admirable. Como lo es el cuidado acompañamiento que brinda a dos cantantes muy sólidos como la soprano Janine Micheau (magnífico Debussy) y el barítono Jean-Christophe Benoit (con unas estupendas Historias naturales de Ravel). Un álbum harto recomendable.