Britten en Aldeburgh
Obras de Bach, Purcell, Haydn, Mozart y Schubert
28 junio, 2000 02:00En 1948, Benjamin Britten fundó otro festival en Aldeburgh, acondicionando la parte superior de un antiguo granero como auditorio (el célebre The Maltings), que aún funciona como tal. Allí reunió a varios de los mejores intérpretes del siglo y estrenó muchas de sus obras, como El sueño de una noche de verano o las tres parábolas sacras. Tras la muerte de Britten, su gran amigo Rostropovich asumió la dirección del festival.
Decca presenta, por primera vez en compacto, una serie de grabaciones de la BBC realizadas en Aldeburgh. Aquí encontramos a Britten tocando y dirigiendo, con su proverbial elegancia, conciertos y sinfonías de Mozart y Haydn, y al teclado, junto a Sviatoslav Richter, sonatas y fantasías de Mozart y Schubert.
Uno de los discos más atractivos contempla su acercamiento a dos maestros barrocos: J. S. Bach y Henry Purcell. Si la Cantata BWV 151 del primero, registrada en 1968, suena un tanto victoriana por la ampulosidad de los tempi y lo nutrido de coros y orquesta, la BWV 102, tres años anterior, se beneficia de dos cantantes como Janet Baker y Fischer-Dieskau, que, con un sensible Peter Pears, transfiguran los pentagramas.
La Oda para el nacimiento de la reina Mary, de 1693, es una prueba tangible de la magnífica labor realizada por Britten en favor de Purcell, cuando la obra del autor británico apenas se interpretaba. Brilla en ella la convicción con que es expuesta por los Ambrosian Singers y la English Chamber Orchestra, además de contar con la resplandeciente voz de la soprano Heather Harper, en una toma en vivo de 1967. Muy buenas grabaciones, en todos los casos.