Mozart, Beethoven
Conciertos para clarinete
4 octubre, 2000 02:00Como es lógico se producen abundantes modificaciones de tesitura -normalmente para trasladarse a la octava baja-, y se buscan silencios o, incluso, se eliminan ciertas notas -el clarinetista debe respirar-. El legato maravilloso del violín se pierde en el experimento. Es en el segundo movimiento donde se alojan los mayores logros: el solista canta excelentemente la serena melodía. Collins hace auténticos prodigios en la interpretación de unos pentagramas que en el fondo son más bien inútiles; como rareza en todo caso puede valer.
El Concierto mozartiano está bien tocado, y la orquesta y Pletnev, lo mismo que en Beethoven, acompañan adecuadamente. Es una buena versión que no sobresale por encima de las 10 ó 15 situadas por delante de ella.