Anne-Sophie Mutter
No pueden ser más distintos los cuatro autores elegidos. Entre todos completan el retrato de un trozo del siglo XX, el trozo central, el que va de 1912, fecha de composición de las Cuatro piezas op. 7 de Anton Webern, a 1964, cuando George Crumb compuso sus Cuatro nocturnos. En medio, la sonatona en si menor de Respighi, compuesta en 1917 mirando hacia atrás, y la genial Sonata en re mayor de Prokofiev, que nació en la flauta y luego, en 1944, pasó al violín de Oistraj.
Mutter disfruta con las cuatro obras y nos hace inevitablemente disfrutar a los demás. El pianista Orkis, mucho más que un apoyo, aporta al disco buena dosis de talento.