Cuatro obras maestras
Tenemos en esta entrega de EMI un breve muestrario lírico en el que se dan cita, convenientemente reprocesadas y trasladadas a CD, interpretaciones históricas en su día famosas. Lo mejor viene dado en El murciélago de Johann Strauss II, que cuenta con la experta visión de un director muy identificado con el 3/4 y la música de danza vecina al Danubio, el rumano-suizo Otto Ackermann, que ofrece una versión jugosa y llena de chispa con un reparto cuajado de especialistas de los años 50: Dermota, Ludwig (impresionante su Orlofsky), Wächter, Kunz, Lipp... Una recreación que puede competir sin desdoro al lado de las mejores (Krauss, Karajan I, Boskowski) (2 CD CZS 573851 2).
Gran protagonista de La traviata de Verdi es Victoria de los ángeles que, como siempre, ofrece buen arte, refinada y matizada línea de canto y belleza tímbrica, aunque su expresividad, algo llorosa aquí, y sus limitaciones en zona alta, le impidan redondear un personaje que en realidad no conviene a sus modos y estilo. Dirección entonada de Serafin y pobre prestación de los demás solistas, con un Del Monte muy criticable (2 CD CZS 573848 2).
En su día la versión de L’incoronazione di Poppea de Monteverdi tuvo cierto predicamento. Está dirigida con empaque por John Pritchard y tiene algunas prestaciones femeninas dignas de encomio (Laszló, Marimpietri, Domínguez), pero es una realización (1963) hecha de espaldas a cualquier mira estilística y plagada de cortes, superada por versiones posteriores. El álbum se completa con Madrigales dirigidos con autoridad y muy a la inglesa por Leppard (2 CD CZS 573842 2).
Pritchard es asimismo el protagonista de Idomeneo de Mozart. La interpretación no deja de atesorar valores, centrados particularmente en el Idamante de Simoneau, la Ilia de la exquisita Jurinac y la agresiva Elettra de Udovick, que evidencia problemas técnicos. La versión, igualmente bastante cercenada, proviene como la anterior del Festival de Glyndebourne (2 CD 573848 2).