El austriaco Hans Rott (1858-1884) fue uno de tantos compositores malditos. Autor visionario, discípulo favorito de Bruckner y ensalzado por Mahler, murió a los 25 años en un manicomio dejando como legado una ambiciosa Sinfonía en mi mayor. Encontramos ecos de la grandiosidad bruckneriana, pero sobre todo unas enormes concomitancias con la Titán de Mahler. Es una partitura que aspira a un nuevo sinfonismo, escrita por un joven con más ganas de decir cosas que el tiempo del que dispuso para hacerlo. Dennis Russell Davies, especialista en repertorios raros, brinda una poderosa lectura de la obra al frente de la Sinfónica de la Radio de Viena.