El Duque de Lerma, valido de Felipe III, gozó de un enorme poder y de una gran influencia y, a pesar del resto de acusaciones que se le imputan y de las que se dan cumplida cuenta en las notas de libreto que acompaña esta grabación, desarrolló un importante sistema de patronazgo que tuvo repercusiones fructíferas en todas las artes. Valgan como ejemplo el retrato que de él pintara Rubens, y que ha servido para ilustrar la portada de esta grabación, la espectacular reconstrucción que llevó a cabo en su pueblo y su capilla ducal, de la que formaron parte instrumentistas venidos de fuera, ministriles, monjas y compositores.

En este doble compacto, Paul McCreesh ha querido reconstruir la parte musical de la liturgia para el Traslado del Santo Sacramento a la iglesia de San Pedro, festividad especialmente importante y que aparece descrita con todo detalle en un completísimo artículo que firma Douglas Kirk, con un resultado francamente impresionante. Nombres como Victoria, Gombert, Lobo, Mateo Romero, Cabezón, Rogier o Guerrero son ya toda una invitación. La reconstrucción ha sido realizada con un gusto indiscutible y se han utilizado para ella diversas fuentes que aparecen también citadas en el libreto.

No parece haber sido un problema el hecho de haber trabajado con dos temperamentos, uno para el coro y el órgano, y otro para los instrumentos de viento y de cuerda. Todo parece perfecto: los cantantes, los instrumentistas, el sonido, la elección de las obras. Un dicho bellísimo, en suma, y una impresionante muestra del poder del que debió gozar Don Francisco Gómez de Sandoval y Rojas.