Kind of Blue es uno de los grandes patrimonios musicales, no sólo del jazz, sino de la cultura popular universal. Su aparición supuso una ruptura con el lenguaje dominante del bebop, pero al mismo tiempo abrió una ventana de múltiples paisajes expresivos. Luego, en el movimiento, la grandeza de esta joya adquiere dimensiones incontestables al ser el disco más vendido de toda la historia del jazz. Acotado en ese nuevo latido estilístico que supuso el jazz modal, Kind of Blue es mucho más que una negación de los patrones jazzísticos establecidos. La verdad de esta obra reside en la vitalidad de todos sus pasajes, desde el hipnótico So What hasta All Blues y Flamenco Sketches. Y, por supuesto, en el delicioso equilibrio de las líneas rítmico-melódicas y el vértigo de sus improvisaciones. La magia se refuerza con la presencia de un sexteto dirigido por el piano de Bill Evans. Después, los fuegos melódicos de los saxofonistas Cannonball Adderley y Coltrane, el colchón rítmico del contrabajista Paul Chambers y el baterista Jimmy Cobb, y el complemento pianístico de Wynton Kelly en Freddie Freeloader, cierran el mejor escenario jazzístico que Miles soñó. Un sueño cuyo rumor hoy sigue siendo un grito.