Parece que Schubert fue muy aficionado a la guitarra. Sus lieder han sido cantados a veces con acompañamiento guitarrístico y las 15 Danzas D 365 para piano fueron más tarde preparadas para flauta o violín y guitarra. Paganini había ya iniciado la costumbre de unir los dos últimos timbres. En este disco se contienen piezas diversas -aparte de las D 365- arregladas para esos dos instrumentos: Dos lieder, Sonata D 384, Momento músical D 780, Valses nobles D 969/3 y 4, Ländler D 146/12 y 790/3, Danzas alemanas D 783/2 y 10, Valses D 365/2 y 36 y la Sonata Arpeggione, escrita en principio para ese extraño instrumento mezcla de viola de gamba y guitarra con acompañamiento pianístico. Los arreglos son de diversa procedencia: algunos son del propio Süllscher; otros llevan la firma de Kreisler, Sandquist y Wilhelmj. Todo funciona sedosamente y el sonido radiante de Shaham nos capta. No debemos discutir este tipo de arreglos, muy comunes en la época schubertiana y a los que él mismo era aficionado.