Hans Hotter, Bajo-Barítono. Varias Orquestas y Directores. Deutsche Grammophon 4740062 3Cds
He ahí una palabra que casa perfectamente con el arte y la voz del bajo-barítono alemán Hans Hotter (1909). Escuchar otra vez, en idóneas condiciones sonoras, ese instrumento monumental, oscuro, voluminoso, denso, amplio, de tintes ligeramente nasales, es toda una experiencia. Hotter era un cantante genial, capaz de reducir su caudal hasta el susurro cuando de alumbrar los pliegues más delicados de un lied se trataba. Ese lirismo pleno y trascendente, plagado de claroscuros, defendido por un estilo en el que mandaba la sobriedad, deslumbraba en los ciclos de Schubert, especialmente en Viaje de invierno, del que se recoge aquí la tercera versión grabada por el artista, la de 1961, junto al piano profesional y conocedor de Erik Werba. Las otras dos versiones, preferibles en algunos aspectos, son de 1941(con Raucheisen) y 1954 (con Moore). Pese a la edad, 64 y 66 años, el cantante nos brinda su dicción, su impresionante juego dinámico en las canciones de Wolf (de Mürike, de los cancioneros italiano y español y unos memorables Poemas de Miguel ángel), de Brahms, Strauss y Loewe.
Al lado de los lieder una breve selección de fragmentos de ópera: Aida, Otello, Carmen, Payasos (el prólogo, sin uno de los la bemoles impuestos por la tradición), Wagner (Holandés, Maestros cantores, Walkiria) y Verdi. Todas de principios de los cuarenta menos la primera, el dúo de Amonasro y Aida (Gloria Davy) (1961), que muestra al cantante algo forzado pero aún muy entero. Los matices más inesperados, los pianos más estratégicos, los acentos más apropiados, en claro respeto a lo escrito, están -en alemán- en estas interpretaciones. La de Wotan, en el final de La walkiria, es inconmensurable.