Image: Octeto ibérico de violonchelos

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Discos

Octeto ibérico de violonchelos

3 julio, 2003 02:00

Música Contemporánea para Violonchelos. Obras de Riley, Loevendie, Pärt, Donatoni y Denisov. Elías Arizcuren, Director. Etcétera Ktc 1252

El Octeto Ibérico de Violonchelos de Elías Arizcuren presentó el pasado año en ámsterdam su último trabajo discográfico. Se trata de un compacto admirable tanto por esa calidad sobresaliente característica del hacer musical de este grupo fundado en 1989 por Arizcuren como por el interés de las cinco obras que contiene, casi todas surgidas por encargos promovidos por el propio Octeto Ibérico, que desde su fundación permanece radicado en la ciudad del Concertgebouw.

Tanto el estupendo Hymne que compuso el ruso Edison Denisov poco antes de fallecer en 1996, como obras tan vistosas como las Dos danzas mediterráneas del holandés Theo Loevendie (1930), o Lame II, donde brilla con fuerza el genio del inolvidable Franco Donatoni (1927-2000), o el muy oído Frates de Arvo Pärt, ahora expresamente renovado para el Octeto Ibérico, el concierto y la grabación representan un modelo de las inagotables posibilidades de este sorprendente y grave instrumento de 32 cuerdas que es el Octeto Ibérico.

El compacto, titulado Four Winds (Los cuatro puntos cardinales) y undécimo registrado por el grupo, resume y refleja la versátil trayectoria de los violonchelistas hispano-holandeses. Más de 50 compositores de primer orden internacional han compuesto para ellos. Y el futuro sigue abierto en una empresa sin precedentes, que está logrando implantar un repertorio único. La asistencia con los oídos bien abiertos en el concierto de presentación del compacto de dos compositores tan señalados como Mauricio Sotelo y José María Sánchez Verdú reafirma la continuación de este fecundo camino de encargos y estrenos.